AGUAS ANÁLISIS
El consumo de agua crece en diez años en todas las comarcas salvo en Urgell y Solsonès
Aran y Ribagorça, las que más gastan y Les Garrigues, la que menos || La Generalitat prevé activar este año una línea de 2 millones de euros en ayudas para planes de sequía en municipios pequeños
El depósito de agua de Lleida ciudad de 37.500 m3, ubicado entre Torrefarrera y Alpicat.
El consumo de agua ha crecido en los hogares de todas las comarcas de Ponent y el Pirineo en la última década salvo en el Urgell y el Solsonès, donde se ha reducido entre 2012 y 2022, según datos de la Agència Catalana de l’Aigua. En el Urgell, concretamente, ha oscilado en estos diez años entre 104 litros por habitante y día de media y 114 y ha pasado, precisamente, de 114,35 en 2012 a los 113,88 del año pasado. Entretanto, en el Solsonès el gasto de agua para uso doméstico ha caído unos 14 litros de media al pasar de los 128,29 de 2012 a los 114,46 del pasado 2022.
La Val d’Aran y l’Alta Ribagorça son los territorios en que los hogares consumen más agua. En ambos casos superan los 300 litros por habitante y día, en buena parte, a causa del turismo. En Aran, la media es de 372,98 litros por habitante y día y en l’Alta Ribagorça son 324,69 litros.
En este último caso, además, el consumo se ha disparado en la última década, ya que en 2012 se situaba en 213,61 litros, lo que supone un incremento del 52%. Les siguen, en mayor consumo por cápita: la Cerdanya (204,57 litros por habitante al día) y el Pallars Sobirà (212,71), mientras que donde menos consumen los hogares es en Les Garrigues, con 99 litros. En esta comarca el consumo hace diez años era de 92 litros/habitante/día y solo en cuatro años en la última década han superado los 100 litros.
En el Segrià fueron el año pasado 124 litros; 113 en el Urgell; 107 en la Segarra; 120 en el Pla; 127 en la Noguera; 135 en el Alt Urgell y 171 en el Pallars Jussà.Los datos de la ACA analizan también la evolución del consumo de agua en el sector económico y también de las fuentes públicas y concluye que donde más consumo hay en este sector, además del Segrià, donde se ubica la capital, es en el Pla d’Urgell. En concreto, en el Segrià se gastan cada año 8,6 hectómetros cúbicos de agua, frente a los 9,6 hectómetros del consumo de los hogares, mientras que en el Pla d’Urgell son algo más de 4,1 hectómetros cúbicos al año por parte de las empresas y 1,6 por los hogares. La Generalitat, por otra parte, prevé activar durante este año una línea de ayudas para que los municipios de menos de 20.000 habitantes elaboren un plan de emergencia en situaciones de sequía, que será de carácter voluntario.
Este programa contempla una dotación de dos millones de euros. La ley española prevé actualmente que los municipios de más de 20.000 habitantes se doten de este tipo de planes. En Lleida, esta obligatoriedad solo afecta a la capital, ya que el resto de localidades tienen menos de 20.000 habitantes.
Hasta hace unas semanas, la Paeria de Lleida contaba con un reglamento del agua en el que se preveían límites al consumo en caso de sequía. Ahora ya tiene un plan de sequía a través de la Mancomunitat de Pinyana.
