Los establecimientos de turismo rural crecen un 124% en la demarcación de Lleida en los últimos 20 años
Piden regular el aumento de viviendas turísticas, que en Aran ya multiplican por cien la oferta de alojamientos rurales
La oferta de alojamiento de turismo rural en la demarcación de Lleida ha crecido en los últimos 20 años un 124% en número de establecimientos y un 117% con respecto a la oferta de plazas, según el informe sobre la evolución de la oferta y la demanda de este sector elaborado por la Càtedra de Turisme d'Interior i de Muntanya de la UdL.
Entre el 2002 y el 2022, el número de casas rurales en la demarcación pasó de 306 a 685, y las plazas disponibles de 2.327 a 5.057. El 74% de la oferta se concentra en el Pirineo y Arán, aunque en Ponent destaca el incremento de más de un 400% en número de alojamientos y plazas. Por otra parte, el sector pide regular el aumento de viviendas turísticas, que en Aran ya multiplican por cien la oferta de establecimientos rurales.
El "Informe sobre el Turisme rural a la demarcación de Lleida 2002-2022" elaborado por la àtedra de Turisme d'Interior i de Muntanya de la Universitat de Lleida se ha presentado este lunes en la Diputació de Lleida con la presencia de representantes del Patronat de Turisme y los responsables del estudio.
El informe destaca que las comarcas de montaña concentran el 74 por ciento de los establecimientos y el 70,3 por ciento de las plazas de turismo rural. Esta cifra era más exagerada en 2002 cuando dominaba el 90% del total de la oferta. Sin embargo, en los últimos años los establecimientos y plazas en las comarcas de Ponent se han multiplicado por cuatro y han pasado de 34 establecimientos y 283 plazas en 2002 a 178 y 1.502, respectivamente, en 2022. Las comarcas donde más ha aumentado el número de alojamientos han sido la Noguera.
En lo que se refiere a las comarcas de montaña, en los últimos 20 años la oferta ha pasado de 272 establecimientos y 2.044 plazas a 507 establecimientos y 3.555 plazas. Las comarcas que lideran la lista son el Solsonès, el Pallars Sobirà y el Alt Urgell, que se posicionan como destinos con una mayor oferta en el conjunto de Catalunya.
Por lo general, el estudio muestra un "boom" del turismo rural entre los años 2002 y 2009, cuando el número de establecimientos y plazas prácticamente se doblaron. Este crecimiento se produjo principalmente en las comarcas del Pirineo, si bien, paradójicamente, algunas de las comarcas que fueron pioneras en turismo rural (principalmente Val d'Aran) entraron posteriormente en una fase de estancamiento.
A partir de 2009, el crecimiento de la oferta se frenó. El director y autor del estudio, Jaume Macià, lo ha atribuido a la crisis económica de 2008 y, más adelante, al auge de las viviendas de uso turístico (HUT).
La Val d'Aran, la excepción
Val d'Aran, a pesar de haber sido pionera en la oferta de turismo rural, prácticamente no ha experimentado ningún tipo de crecimiento en estos últimos 20 años. El estudio destaca que en 2002 Aran tenía 18 establecimientos, y 20 años después sólo ha crecido en uno, con lo que actualmente dispone de una oferta de 19 establecimientos. Una cifra que no se corresponde con la tendencia de crecimiento que han evidenciado el resto de comarcas de la demarcación.
El estudio afirma que la proliferación de viviendas de uso turístico en la zona ha frenado las expectativas de desarrollo del turismo rural. De hecho, el pasado año había 1.530 viviendas turísticas con 8.154 plazas en el valle, casi cien veces más respecto a los 19 establecimientos de turismo rural.
Piden regular los pisos turísticos
En cuanto al conjunto de la demarcación, existen 4.024 establecimientos de uso turístico con 23.320 plazas, cifra que supera el resto de alojamientos turísticos del territorio. Ante esto, el vicepresidente del Patronato de Turismo, Juan Antonio Serrano, ha expresado su preocupación por la regulación de los de estos alojamientos y ha dicho que "ponen en grave peligro el turismo tradicional".
Por su parte, la presidenta de la Federación de Casas de Turismo Rural, Núria Ferrando, ha declarado que es necesario "controlar más y detener el crecimiento" que están teniendo estos pisos turísticos.
Procedencia de los visitantes
El público alojado en los establecimientos de turismo rural en la demarcación de Lleida ha estado dominado por turistas nacionales, que representan en torno al 90% de los viajeros y las pernoctaciones. La llegada de turistas extranjeros a este tipo de establecimiento ha sido mínima, y el estudio plantea como un reto aumentar su presencia.
En cuanto a la estancia media y el grado de ocupación, se ha observado una disminución en los últimos años. La estancia media ha pasado de 3,5 días en 2010 a 2,5 días en 2022, y el grado de ocupación anual ha mostrado una tendencia a la baja desde 2009. Aunque se ha producido una mejora en las últimas temporadas, las cifras de empleo todavía están lejos de las conseguidas en los años anteriores a la crisis.
Lleida frente al resto de demarcaciones catalanas
Si se compara la evolución de la oferta de turismo rural de Lleida con el resto de demarcaciones catalanas, se observa como en Barcelona, y sobre todo en Girona, el crecimiento ha sido más acentuado durante estos últimos 20 años. Así pues, si hasta los años 2006-2007 la demarcación de Lleida lideraba el sector del turismo rural en Cataluña en cuanto a volumen total de oferta, tanto en número de establecimientos como de plazas, a partir de entonces Gerona pasó por delante. También en los últimos años la demarcación de Barcelona ha superado en cifra de plazas a la de Lleida. En resumen, el turismo rural de las comarcas leridanas ha perdido peso en términos porcentuales dentro del conjunto de Catalunya debido a un crecimiento mucho más contenido que en otros territorios (Girona y Catalunya Central).