Imputado por cultivar marihuana bajo la apariencia de cáñamo industrial

Cultivar marihuana bajo la apariencia de cáñamo industrial. Los Mossos han imputado al responsable de una plantación de Rosselló al que en septiembre del año pasado decomisaron preventivamente 3.200 plantas como cáñamo industrial. Las plantas superaban el 2% de THC, el compuesto psicoactivo. Es el primer caso que trasciende en Lleida.

Los Mossos d’Esquadra han imputado por un delito contra la salud pública a un vecino de Rosselló por cultivo de marihuana al que en septiembre del año pasado decomisaron preventivamente 3.200 plantas de cáñamo industrial, según ha podido saber este periódico. Se trata del primer caso que trasciende en las comarcas de Lleida de cultivo de marihuana bajo la apariencia de cáñamo industrial.

La policía catalana notificó esta semana la imputación al juzgado de Instrucción 4 de Lleida para que siga adelante con las diligencias de investigación que se abrieron cuando se hizo el decomiso preventivo. El caso se remonta a septiembre del año pasado cuando los Mossos d’Esquadra detectaron una plantación de 3.200 plantas de cáñamo industrial en Rosselló. Los investigadores recogieron varias muestras y las enviaron al laboratorio para analizar la pureza del THC (tetrahidrocannabinol), el principal constituyente psicoactivo del cannabis, del que no puede superar el 2% para ser considerado local.

Paralelamente, se intervinieron judicialmente las 3.200 plantas hasta que el juzgado determinara si se podían comercializar o no. Finalmente, los Mossos recibieron hace unos días los resultados, donde se verificó que las plantas superaban el 2% de THC. Ante ello, han imputado al responsable de esta plantación como presunto autor de un delito contra la salud pública.

Es decir, bajo la apariencia de cáñamo industrial estaba cultivando marihuana, según afirmaron fuentes policiales, que añadieron que las plantaciones de cáñamo industrial no suelen ser rentables y muchas veces enmascaran una operación para obtener los principios básicos de CBD (infracción administrativa) o el THC (penal). Ante esta posibilidad, los Mossos inspeccionan estas plantaciones para asegurar de que no se cometa ningún ilícito penal.

Las comarcas de Lleida, uno de los ‘huertos’ de Europa de esta droga

Las comarcas de Lleida se ha convertido en los últimos años en uno de los ‘huertos’ de cultivo de esta droga más importantes en Europa. Los principales motivos de esta implantación son que se trata de un territorio amplio con zonas despobladas, donde se puede pasar desapercibido y hay infinidad de sitios para cultivar; la penalidad baja respecto a otros delitos de salud pública y el rendimiento económico es muy elevado, ya que el precio de la droga se triplica en países del norte de Europa. En este sentido, la presidenta de la Audiencia de Lleida, Lucía Jiménez, se ha mostrado preocupada y en varias ocasiones ha afirmado que “son muchas las organizaciones que vienen aquí, por lo que importamos delincuentes y después exportamos la droga”. En este sentido, muchos de los miembros de estas redes proceden de países como Albania.

Solo los Mossos decomisaron el año de 23.285 plantas en las comarcas leridanas, a las que hay que sumar los operativos de Guardia Civil y Policía Nacional. Asimismo, Endesa detectó 526 conexiones irregulares a la red eléctrica en 2022 y la mitad de la energía consumida de forma fraudulenta a través de estos pinchazos procedía de plantaciones de marihuana, como avanzó SEGRE. Así, 48 de los 526 expedientes era por el cultivo de ‘maría’.

Los kilowatios recuperados equivalían al consumo de 2.156 hogares. Este año se han llevado a cabo varias redadas. Una de las más curiosas fue a cargo de la Policía Nacional a mediados de este julio en la capital del Segrià. Dos chalets de alto standing de Ciutat Jardí ocultaban plantaciones de marihuana. El operativo se saldó con dos detenidos, de 27 y 47 años y de nacionalidad albanesa, 5.235 plantas y cuatro kilos de marihuana seca decomisados. Esa misma semana los Mossos hallaron una plantación en una masía de L’Albi.