OCIO SEGURIDAD
Los pueblos descartan acabar antes las fiestas y piden más presencia policial
Dicen que ya hay vigilancia privada como aconsejan los Mossos para evitar trifulcas
La trifulca del pasado domingo en Puigverd de Lleida ha abierto un debate sobre la seguridad en las fiestas mayores de los pueblos. Los Mossos piden apostar por la seguridad privada y avanzar el horario de cierre, entre otras medidas. Los ayuntamientos dicen que ya contratan vigilancia, ven difícil acortar el horario y piden más presencia policial.
La seguridad de las verbenas y conciertos en las fiestas mayores de los municipios de las comarcas de Ponent es algo que preocupa tanto a ayuntamientos como a los Mossos d’Esquadra, que esperan que la batalla campal que hubo el pasado domingo en Puigverd de Lleida sea un caso aislado. El inspector Xavier Ribelles, jefe del Área Básica Policial (ABP) Segrià-Pla-Garrigues, explicó el miércoles que aconsejan a aquellos municipios que no tengan Policía Local que inviertan en seguridad privada, que las verbenas y conciertos no se alarguen hasta las siete de la mañana y que los bares no se mantengan abiertos a esas horas (ver SEGRE de ayer). En este sentido, los presidentes de los consells comarcals de estas tres comarcas coincidieron en señalar ayer que los consistorios ya destinan partidas a contratar empresas de seguridad privada, pero que una mayor presencia de los Mossos tendría un efecto disuasorio de posibles trifulcas. En cambio, ven complicado adelantar el horario de cierre al tratarse de unas celebraciones muy esperadas por los vecinos, especialmente entre los jóvenes de la comarca, y que solo tienen lugar una vez al año.
David Masot, presidente del Segrià y alcalde de Maials –la fiesta mayor se celebra del 11 al 16 de agosto–, afirmó que “la contratación de la seguridad privada ya forma parte de la partida destinada a la fiesta mayor desde hace muchos años”. En cuanto a avanzar el horario de cierre, lo calificó de “utópico” y añadió que “no garantiza que la gente se vaya, va a continuar de fiesta de otro modo”. Masot apostó por más controles policiales y “hacer un seguimiento de los grupos que van a las fiestas a causar problemas”.
Cabe recordar que en la tangana de Puigverd, los Mossos decomisaron navajas, cuchillos de cocina y hasta un hacha. De la misma opinión es el presidente del consell de Les Garrigues y alcalde de Juneda, Antoni Villas, que recordó que “estamos en contacto permanente con los Mossos d’Esquadra”. Villas aseguró que “garantizamos la seguridad donde hay los conciertos, pero el problema es que se pueden producir en otros puntos de la localidad”. En este sentido, admitió que “tenemos comprobado que la mayoría de altercados se producen pasadas las cinco de la madrugada pero adelantar el cierre sería impopular, estamos hablando de dos madrugadas en un fin de semana al año”. También recordó la dificultad de controlar botellones. En cuanto a los Mossos, aseguró que “tendría que haber más controles policiales”.
Juneda celebrará su fiesta mayor el último fin de semana de agosto. Por su parte, Carles Palau, presidente del consell del Pla y primer edil de Bell-lloc, afirmó que “más presencia policial, ya sea con patrullas o con unidades como el ARRO, tendría un efecto disuasorio en aquellas personas que quieren causar altercados”. Palau añadió que “el objetivo es garantizar la seguridad y que la gente se lo pase bien”.
El inspector Ribelles afirmó el miércoles que la batalla campal de Puigverd de Lleida “nos sorprendió”. Añadió que “las siete y las ocho de la mañana son horas críticas por el perfil de personas que queda [la gran pelea del domingo se produjo entre esas horas] y por la llegada al pueblo de personas desde Lleida ciudad por el cierre de locales de ocio nocturno que generan conflictos”. En Puigverd, el balance fue de un total de siete personas heridas, una por arma blanca, un detenido y ocho identificados.
Golmés, L’Albi y Gerb, ya de celebración con vigilantes
Golmés, L’Albi y Sant Guim de Freixenet, así como la EMD de Gerb, abrieron ayer sus fiestas mayores (más información en la página 32), que contarán con vigilantes privados. Se trata de una medida que llevan a cabo cada año para garantizar la seguridad de los asistentes. En Golmés, su alcalde, Jordi Calvís, explicó que “siempre tomamos medidas extras y adaptamos la seguridad a los actos en función del aforo”. En este sentido, las fiestas estarán controladas por un servicio de seguridad, aunque también habrá un dispositivo de los Mossos d’Esquadra patrullando cerca. Para Calvís, los ayuntamientos tienen como deber garantizar la seguridad de la población en este tipo de actos multitudinarios. Asimismo, está de acuerdo con la recomendación de los Mossos y asegura que lo ideal sería finalizar los conciertos como máximo a las 3 de la madrugada.
Por su parte, L’Albi contará con un equipo de seis personas de seguridad durante sus fiestas y, su alcaldesa, Anna Feliu, cree que debería haber consenso entre los ayuntamientos sobre las medidas que se deberían implantar. También en la EMD de Gerb serán ocho los vigilantes que controlaran los actos, una medida que, según su presidenta, Francisca Marquina, aplican cada año. Por lo que respecta a Sant Guim de Freixenet, desde el ayuntamiento indicaron que en los últimos años no se han producido trifulcas pero que siempre avisan a los Mossos para que vigilen el municipio, informa X. Santesmasses