Lleida busca récords de visitantes sin llenar de vehículos sus zonas turísticas

Lleida mantiene desde hace tres años récords de visitantes y de ocupación turística, frente al fuerte retroceso que supuso la pandemia en el resto de Catalunya. Cada vez más municipios leridanos buscan cómo mantener estas cifras sin que un alud de vehículos comprometa el atractivo y la tranquilidad que buscan tanto turistas como vecinos.

El inicio del puente de la Mare de Déu d’Agost ha vuelto a atraer a miles de turistas a las comarcas de Lleida y en especial a las del Pirineo, con porcentajes de ocupación que rozan el lleno en campings y en hoteles. La provincia mantiene desde hace tres años una alta afluencia de visitantes que ha llegado a superar las cifras récord previas a la Covid, frente al resto de Catalunya que apenas ha empezado a alcanzarlas.

Sin embargo, este éxito tiene como contrapartida el riesgo de masificación, cuyo primer síntoma son aglomeraciones de vehículos que llegan a entorpecer y hasta impedir el paso por calles, caminos y carrreteras locales. Cada vez más municipios les ponen coto para preservar el atractivo del paisaje y la tranquilidad que buscan tanto turistas como vecinos. Los ayuntamientos de Àger, Alt Àneu, Arsèguel, Camarasa, Les Avellanes y Santa Linya, Tiurana y La Vall de Boí han restringido el estacionamiento en las calles de al menos 18 pueblos.

Algunos lo aplican solo a los conductores foráneos y otros también a vecinos, unos todo el año y otros en fin de semana y vacaciones. Unos multan a los infractores y otros no. Cada municipio ha dictado sus normas, pero todos los alcaldes y alcaldesas se muestran satisfechos con el resultado, hasta el punto en que algunos de estos ediles y también de otras localidades estudian extender esta medida a otra decena de núcleos urbanos.La exigencia de dejar el coche fuera del pueblo ha ido en aumento en Lleida en los últimos años, en los que también se han establecido limitaciones de acceso a espacios naturales para evitar masificaciones.

Ejemplo de ello es el aforo limitado en los parkings de la Pica d’Estat y de la Masieta de Mont-rebei. También se plantean otras iniciativas similares en otros espacios protegidos del Pirineo.Por otra parte, el auge del turismo en autocaravanas ha recibido reacciones muy diferentes entre los municipios leridanos. Mientras que las destinaciones turísticas aprueban normas para poner coto a estos alojamientos con ruedas, los municipios con pocos o ningún establecimiento turístico los ven como una oportunidad de atraer visitantes.

Los campings cuelgan el cartel de completo y los hoteles rozan el lleno

Los campings de toda Lleida han colgado el cartel de completo para este puente de la Mare de Déu d’Agost, tanto en las plazas de bungalows como en las zonas de acampada. Mientras, los hoteles del Pirineo rozan el lleno con ocupaciones que oscilan entre el 90% y el 100%. El presidente de la Federación de Hostelería, Josep Castellarnau, explicó ayer que este nivel de reservas se mantendrá hasta el domingo de la semana que viene.

Por su parte, las casas de turismo rural están al 80% de media durante todo el mes. La presidenta de la Federación de Turismo Rural, Núria Ferrando, apuntó que las tres primeras semanas de agosto son las que registran los datos de ocupación más altos. Uno de los principales atractivos del Pirineo durante el verano son los deportes de aventura, con el rafting por el Noguera Pallaresa como principal reclamo.

El presidente de la Associació d’Empreses d’Esports d’Aventura del Pallars Sobirà, Flòrido Dolcet, explicó que “las actividades están a pleno rendimiento”y destacó que el puente de agosto es habitualmente cuando cuentan con un mayor volumen de clientes. Los espacios naturales son algunos de las zonas que registran una mayor afluencia de visitantes. En Aran, donde regulan el acceso a los parajes más concurridos en verano, a primera hora de la tarde de ayer constaba una ocupación alta en los lagos de Colomèrs.