Ocho pueblos con problemas de agua de boca por sequía, alto consumo o fugas en tuberías

Al menos ocho pueblos del Pirineo han registrado últimamente problemas de agua de boca por la sequía y un elevado consumo, debido a que multiplican su población en verano. Esta situación se suma al mal estado de la red de suministro en algunos núcleos como Figuerola d’Orcau, en Isona. La alcaldesa, Jeannine Abella, explicó que ayer llenaron el depósito de esta población con una cuba, mientras que esta semana han usado otras tres en Benavent de la Conca.

Abella apuntó que este año empezarán a arreglar la red de agua de Isona y en 2024 actuarán en Figuerola. Asimismo, fuentes próximas señalaron que también han llevado agua con cisternas en los últimos días a Estorm (Sant Esteve de la Sarga) y Erdo (Sarroca de Bellera). Por su parte, El Pont de Suert ha llevado en los últimos quince días cuatro cubas a Sarroqueta y Les Bordes.

En Llesp preveían restringir ayer y durante unos días el consumo durante la noche, entre las 23.00 y las 06.00 horas, para recuperar la capacidad del depósito. El ayuntamiento hizo un llamamiento al uso responsable del agua de boca. La alcaldesa de Baix Pallars, Anna Sentinella, aseguró que el ayuntamiento ha advertido a los vecinos de Peramea de que, aunque entra agua en los depósitos, el consumo es muy elevado, por lo que se gasta muy pronto y puede haber problemas de suministro.

Por ello, pidió priorizar el agua para beber por encima de otros usos.Mientras, Esterri d’Àneu anunció que en otoño limpiará todas las tuberías de distribución del agua. En un bando, el ayuntamiento explicó que la red no se ha limpiado nunca en su totalidad “y con el elevado consumo que se da durante la época estival, el agua se remueve y causa turbidez, que se percibe en algunos puntos más pronunciada que en otros”. Por ello, recomendó no beberla si se detecta que sale turbia.

El alcalde, Pere Ticó, remarcó que “es potable” y el consistorio aseguró que dos análisis recientes así lo constatan. Estos problemas con el agua de boca se registran en poblaciones que tienen sus propias captaciones y que no forman parte de las grandes redes de distribución que dependen de pantanos

Desde primeros de mes los embalses de la cuenca han perdido más de 16 hectómetros cúbicos

Las ruinas de la antigua Tiurana han vuelto a quedar sumergidas por las aguas del embalse de Rialb, que ayer almacenaba 76,25 hectómetros cúbicos. Junto con Oliana, que está al 46,9% de su capacidad con 39,58 hectómetros cúbicos, suman 115,83, cinco menos que a primeros de agosto cuando el sistema contaba con más de 120 hectómetros cúbicos.

Cabe destacar que la campaña de riego, principalmente destinada a la fruta, está en su punto álgido tanto en el Canal d’Urgell como en el Segarra-Garrigues y que el pasado jueves se volvió a dar un nuevo turno para regar desde el Principal d’Urgell (ver claves). Por lo que respecta al Noguera Ribagorçana, en situación de alerta según la CHE, los pantanos de la cuenca (Cavallers, Baserca, Escales, Canelles y Santa Anna) tiene unas reservas que suman más de 310 hectometros cúbicos y han perdido más de 16 desde primeros de mes. Canelles, con capacidad para casi 680 hectómetros cúbicos, se escontraba ayer al 12% de su capacidad, unos de los indices más bajos de su historia.

Almacena 87,26 hectómetros cúbicos y la tendencia es que siga bajando, según la CHE. El Ribagorçana abastece a Pinyana, el canal de Aragón y Catalunya y también al Algerri-Balaguer.