Una repoblación forestal dejó 6 toneladas de plástico en los bosques de La Granja d'Escarp

Una repoblación forestal en el año 2007 dejó unas seis toneladas de plástico en los bosques de La Granja d’Escarp y han permanecido allí desde entonces. Se trata de protectores para 58.050 árboles, en su mayoría pinos, que se plantaron en terrenos afectados por el gran incendio que arrasó dos mil hectáreas del municipio hace veinte años, el 12 de agosto de 2003. Los responsables de los trabajos aseguraron en su día que estas piezas eran biodegradables y que se deteriorarían hasta desaparecer en unos años.

Sin embargo, el ayuntamiento ha constatado que “están como el primer día”, en palabras del alcalde, Manel Solé (Impulsem Lleida). El primer edil avanzó que el consistorio buscará ayuda para retirarlas, al considerar que “ensucian nuestro paisaje y condicionan nuestro hábitat natural” en un espacio que forma parte de la Red Natura 2000. “Después de sufrir uno de los mayores desastres naturales del Baix Segre y no recibir ninguna compensación, tuvimos que padecer una segunda afectación al medio natural todavía mayor”, dijo el alcalde, en referencia a la presencia de plásticos en el bosque.

“Si cada protector pesa unos cien gramos y plantaron 58.050 árboles, juntos suman cerca de de seis mil kilos”, calculó. Señaló que estas piezas limitaron el crecimiento de parte de los nuevos árboles e impidieron que se desarrollaran con normalidad. La repoblación forestal cinco años después del incendio fue a cargo de Montemadrid, una fundación de la extinta Caja Madrid antes de que esta se fusionase con otras entidades de ahorro para crear Bankia en 2011.

Actuó en virtud de un convenio con la antigua conselleria de Medio Ambiente de la Generalitat. “Una fundación de Madrid de una caja de ahorros que ya no existe instaló en connivencia con nuestro Govern casi seis toneladas de plástico en nuestro término municipal”, resumió Solé. Dado que Caja Madrid ha desaparecido, el ayuntameinto de La Granja d’Escarp tiene intención de llamar en breve a la puerta de la Generalitat, como firmante del convenio que hizo posible la repoblación forestal, con el fin de recabar ayuda que permita retirar el plástico acumulado en una zona desde hace 16 años.