La celebración de la Diada nacional llenó plazas y calles de numerosos municipios de Lleida en los que se sucedieron las ofrendas florales y los mensajes reivindicativos en torno a la lengua y la cultura y también a las libertades de Catalunya. Las principales localidades cumplieron con tradiciones como la glosa de Mollerussa, protagonizada este año por el divulgador Antoni Gelonch, o con el levantamiento de castells como el de Guissona. En algunos casos, como el de Les Borges Blanques, los actos se concentraron el domingo para facilitar a los vecinos la asistencia ayer a la manifestación de Barcelona.
El alcalde, Josep Ramon Farran, avanzó que de cara al próximo año analizarán la posibilidad de organizar un acto en la capital de Les Garrigues. En cambio, en Cervera hubo dos actos paralelos: ERC se desmarcó este año del oficial de la comarca y lo celebró a las 11 de la mañana. Según el portavoz Joan Santacana, fue en protesta por que se organizara a las 6 de la tarde coincidiendo con el horario de la manifestación en Barcelona.
Por la tarde lo hicieron PSC y Junts en un acto que contó con la interpretación del Cant dels Ocells y de los Segadors y sardanas. Guissona y Sant Guim de Freixenet se sumaron a las conmemoraciones. En Tàrrega, la plaza de Rafael Casanova fue el escenario del acto institucional, con una elevada asistencia de público junto al monumento a los mártires del Onze de Setembre de 1714.
La alcaldesa, Alba Pijuan, puso en valor la figura de Pompeu Fabra, de quien se conmemora el 75 aniversario de su muerte, y pidió “vivir en catalán ahora y siempre para poder mantener bien fuertes las raíces de nuestra cultura catalana, insignia de nuestra identidad”.