Abaten 393.300 conejos en 13 meses en Lleida, un 30% más de lo previsto
Primer balance provisional de la Generalitat tras la declaración de la emergencia cinegética
A falta de una semana para que finalice la declaración de emergencia cinegética en Lleida para reducir la sobrepoblación de conejos que dañan la agricultura, la conselleria de Acción Climática anunció ayer que se ha logrado abatir 393.300 conejos en Lleida en un año y un mes (desde el 15 de agosto de 2022 hasta el pasado 15 de septiembre) y que en 60 de las 91 áreas privadas de caza afectadas se consiguieron los objetivos mínimos establecidos, que eran reducir la densidad de esta especie a 50 conejos por km2 según el balance provisional de cómo ha funcionado la declaración. El objetivo inicial era abatir 300.000 ejemplares.
Urgell y Segrià son las que comunicaron más daños y en las que se registraron más capturas. Otras comarcas afectadas por la emergencia cinegética son la Noguera, el Pla, la Segarra yles Garrigues. Anna Sanitjas, directora general de Gestión del Medio, afirmó que “la declaración de emergencia cinegética ha funcionado bien, en el sentido que nos ha permitido mantener la presión cinegética sobre las poblaciones de conejos” pero avanzó que “ahora es cuando se inicia realmente el periodo eficaz de control de poblaciones, entre octubre y febrero es necesario un trabajo estrecho entre todas las sociedades de cazadores con el apoyo de la administración para controlar y reducir de forma efectiva los daños de los conejos”.
Sanitjas también indicó que prevén tener los resultados definitivos a finales de octubre y aseguró que “las medidas llevadas a cabo en los últimos meses han representado una respuesta rápida y eficiente a toda la problemática de este verano de muchos agricultores”. Una de las medidas más efectivas han sido las batidas nocturnas con los Rurales que han permitido capturar 18.200 ejemplares con 116 salidas. En cuanto al resto de conejos abatidos, 368.000 capturas son las comunicadas por los propietarios de cotos y 7.100, las de Forestal Catalana, que instaló jaulas trampa en los terrenos de las 1.262 comunicaciones de daños ocasionados por parte de sus titulares a fincas agrícolas