La CHE confirma que los regantes tendrán que afrontar el año que viene un inicio de campaña con restricciones
La presidenta del organismo dice que la situación es mala pero que es "difícil" repetir las condiciones de este año
La presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), María Dolores Pascual, ha dicho que los regantes tendrán que empezar las campañas de regadío, nuevamente con restricciones. A pesar de calificar de "razonablemente satisfactoria" la gestión que se ha hecho de la situación este año, Pascual ha dicho que "no estamos en buena situación". No obstante, a pesar de insistir en que es arriesgado hacer pronósticos porque no se sabe cómo serán el otoño y el invierno, voz difícil que se repitan las condiciones de este 2023. En el marco de una jornada sobre sequía organizada por Unió de Pagesos (UP) en la Feria de Sant Miquel de Lleida, el coordinador nacional de la organización, Joan Caball, ha pedido que los regantes estén informados en todo momento de la situación.
Pascual ha remarcado que el 20% de la cuenca del Ebro se encuentra en una situación de sequía prolongada y el 10% en situación de emergencia; en concreto el Segre y el bajo Ebro. Hay que añadir que la situación del Noguera Ribagorçana también es complicada y en breve también entrará en emergencia. Según Pascual, tiene una gran capacidad de almacenaje y este verano ha regado los cultivos, pero ahora necesita aportaciones. El 40% de la cuenca está en alerta y el 50% en una situación "comprometida". Pascual ha dicho que desconocen cómo será la próxima campaña y que confían en que el otoño sea lluvioso, pero la media de las reservas está por debajo de los últimos 5 años. A pesar de todo, la situación en estas fechas es mejor que la del año pasado.
La presidenta de la CHE también ha recordado que la sequía no sólo afecta a los regadíos sino a muchos otros sectores. Cuando la situación empeoró se hizo un llamamiento a municipios de la cuenca con el fin de ahorrar agua y Pascual ha afirmado que "se han hecho los deberes" en la medida de las posibilidades de cada zona. El control en los vertidos para evitar la contaminación de los acuíferos también ha sido un punto a favor y el sistema de control para el cumplimiento de caudales ecológicos ha permitido que se hayan podido cumplir en un 85 y 90% de casos a pesar de la sequía.
La realidad de cada comunidad de regantes
Pleno absoluto este viernes para asistir a la jornada sobre sequía y regadíos que ha organizado UP en el marco de la 69ª edición de la Feria de Sant Miquel. Aparte de la presidenta de la CHE, había representantes de todas las comunidades de regantes que riegan en la demarcación de Lleida: el canal de Pinyana, el canal de Aragón y Cataluña, el canal Algerri-Balaguer, el canal Segarra-Garrigues y el canal de Urgell. Todos han repasado y hecho balance de una campaña que no han dudado a calificar de las más complicadas de la historia. Asimismo, también han coincidido en situar en la campaña de 2022 el inicio de esta situación de sequía que no ha mejorado durante este 2023.
El presidente del canal de Aragón y Cataluña, José Luis Pérez, ha asegurado que han podido atender entre un 70 y un 75% de las necesidades de regadío pero que, por el contrario, no se ha podido hacer el 50% de las segundas cosechas. Calculan que son unas 15.000 hectáreas de maíz que en dinero representan unas pérdidas de unos 60 MEUR. Pérez ha dicho que la comunidad ha recibido ayudas de Europa para poder digitalizar el regadío con una inversión de 7 MEUR y que eso tiene que permitir ahorrar agua, pero a la vez garantizar el relevo generacional del sector. Esta comunidad todavía no ha finalizado la campaña actual y lo prevé hacer al 8 de octubre.
De su lado, el presidente del canal Segarra-Garrigues, Josep Maria Jové, ha recordado que la campaña de este año ya empezó con unas condiciones escasas de 97 hectómetros cúbicos entre Rialb y Oliana. Después de arrancar en marzo, en un mes, las reservas bajaron a 47 hectómetros y entonces se tuvo que cerrar el regadío. Según Jové, los más afectados han sido los campesinos que cultivan cereal de invierno en la zona norte del canal, también a Verdú en la zona de viña y a Castelldans en cultivos leñosos como el almendro. Asimismo, ha lamentado que se han perdido las segundas cosechas, que son uno de los "atractivos" de este canal.
El director del canal de Urgell, Xavier Díaz, también ha recordado que el final de la campaña de 2022 ya fue complicado y que fue entonces cuando empezaron a aplicar restricciones. En octubre avisaron en una Asamblea General de que la sequía podría ser persistente y así ha estado. A pesar de todo, ha destacado que se han podido regar los árboles y salvar las producciones gastando un 12,5% menos del agua que se había reservado para este objetivo. Ahora hay sólo 45 hectómetros disponibles de agua por regar, lo que representa un 10% de las posibilidades reales del canal de Urgell.