La Alta Ribagorça necesita más viviendas en alquiler permanente, según un estudio
El documento apunta la necesidad de hacer de la Oficina de Vivienda Comarcal referente
El Plan para la promoción, planificación y estudio de las políticas de vivienda en la Alta Ribagorça concluye que se tiene que incrementar el alquiler permanente en esta materia. En lo referente a las viviendas vacías en la comarca se sitúan en un 15%, cifra por encima en el conjunto de Catalunya que es del 12%. Entre los objetivos del nuevo plan, está el de la Oficina de Vivienda Comarcal como un referente en el tema de vivienda en la comarca dotándola de más recursos por poder gestionar posibles acciones como convenios de cesión o pagos a cambio que la administración se encargue de llevar a cabo obras de rehabilitación para acondicionar las viviendas. Como propuestas para combatir esta situación el estudio propone cuatro fórmulas alternativas de la vivienda: potenciar la red de mediación para alquiler social, la granja urbana o la vivienda cooperativa; el derecho de superficie; la cesión de uso y la copropiedad.
Otros objetivos del Plan son crear un censo de viviendas de la comarca puerta a puerta; impulsar una moratoria de Viviendas de Uso Turísticas en la Vall de Boí para estudiar la afectación de estas viviendas en sus habitantes y la economía del valle; buscar una vivienda de urgencia para servicios sociales teniendo en cuenta que ahora mismo no hay ninguno; impulsar mesas comarcales y pirenaicas formadas por políticos y técnicos; hacer un estudio para identificar y clasificar el suelo urbano público o como afecta al transporte público en las dinámicas comarcales de la vivienda. De cara al 2024, el Consejo Comarcal reanudará el estudio y se trabajará para ejecutar los objetivos anteriormente citados.
Realidades municipales
Del estudio se desprende que los municipios de la comarca viven realidades muy diferentes. En la capital, El Pont de Suert, hay más habitantes que viviendas, pero, aún así, la media de viviendas por habitante (1,2) es más alta que la de Cataluña (0,51), cosa que indica la presencia de segundas residencias y viviendas vacías. En la Vall de Boí el número de viviendas duplica al de los habitantes. En Vilaller también hay más viviendas que habitantes, pero a pesar de haber segundas residencias y viviendas vacías, probablemente es a consecuencia del descenso demográfico sufrido durante los últimos diez años.
La situación de alquiler también es diferente en cada municipio. En la Vall de Boí hay una gran bolsa de vivienda destinada al alquiler turístico, menos importante en los otros municipios como El Pont de Suert y Vilaller. La poca oferta de los pisos de alquiler de larga estancia comparada con la demanda ha hecho subir mucho los precios en los últimos años. Hace cinco años los alquileres en la capital oscilaban entre 300 y 450 euros en el mes, mientras que hoy los precios, oscilan entre 400 y 650 euros.