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Veinticinco años de Mossos en el Pirineo

Muchos agentes que llegaron entonces se establecieron en la zona y esperan que los nuevos sean del territorio

El entonces presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, fue el encargado de inaugurar la comisaría.Fernando Galindo/Diari d'Andorra

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‘Pujol pone a los Mossos como ejemplo del autogobierno que permite la Constitución’. Con este titular abrió SEGRE la crónica del 2 de noviembre de 1998 con motivo de la inauguración un día antes de la comisaría de los Mossos d’Esquadra en La Seu d’Urgell, sede en el Pirineo, concretándose de esta forma el traspaso como policía ordinaria e integral y asumiendo las competencias que tenían hasta entonces otros cuerpos como la Guardia Civil y la Policía Nacional. Veinticinco años después –se cumplen este próximo miércoles– medio millar de agentes velan por la seguridad de las comarcas de la denominada Región Policial Alt Pirineu i Aran, con las áreas de Cerdanya, Val d’Aran-Alta Ribagorça, Alt Urgell y Pallars Sobirà-Pallars Jussà. El jefe de la región, el intendente Daniel Pérez, que lleva tres años al frente, afirma que “por las características de la zona, con una baja densidad de población, somos el máximo exponente de la policía de proximidad”. 

En este sentido, el que fuera durante años el jefe del GEI (Grup Especial de Intervenció), una unidad de élite de los Mossos, asegura que “gestionamos más sensaciones que hechos delictivos. Pongo un ejemplo, si en Castellbò hay un robo en domicilio, crea una alarma que en otras zonas de Catalunya no se crearía. Aquí, al ser una zona muy diseminada, la sensación de inseguridad es mayor y la debemos gestionar”. SEGRE también ha conversado con cuatro de los agentes que llevan más tiempo en el Pirineo y todos coinciden en destacar que es “diferente” al resto regiones policiales. Tres de ellos, el subinspector Miquel Batllori y los agentes Rosalia Carracedo y Jaume Perelló, llegaron procedentes del área metropolitana de Barcelona y se establecieron en la Cerdanya, el Alt Urgell y la Val d’Aran, respectivamente. 

En el caso de Rosalia Carracedo es la primera mujer agente del cuerpo en la Val d’Aran, donde llegó en 1991, siete años antes del despliegue en todo el Pirineo. Eran 15 agentes –solo una mujer– y un cabo. El subinspector Batllori, que tenía más de diez años de experiencia, fue uno de los responsables del despliegue en La Seu. Por su parte, el agente Perelló,que llegó a Puigcerdà en 2002, asegura que “estableces una relación de confianza con los vecinos”. 

La sargento Sònia Solduga es originaria del Pallars. También ha sido pionera, siendo una de las primeras mujeres en dirigir comisarías. En su caso, durante unos 14 años en Sort. 

Todos ellos coinciden en que una de las principales características de los agentes de estas comarcas es la proximidad con la ciudadanía. Por eso, esperan que muchos de los nuevos agentes que llegan a las comisarías de la región sean de la zona. También se han impulsado medidas. Por ejemplo, el aranés ha sido reconocido “por primera vez” como mérito para acceder al cuerpo. De la nueva promoción de agentes, que empezó a finales de agosto, 52 de ellos fueron destinados a las comarcas del Pirineo frente a los 45 de las del llano. 

El acto de inauguración de la comisaríaFernando Galindo/Diari d’Andorra

En cuanto los hechos delictivos, el intendente Daniel Pérez asevera que “somos la región que estadísticamente tiene menos pero también hay delincuencia y estamos en una zona fronteriza con España y Andorra”. Como en otras regiones, también se ha producido un aumento de las operaciones contra el tráfico de marihuana y han registrado muchas denuncias por estafas, especialmente por internet. 

Precisamente, sobre este último ilícito penal, desde La Seu se ha destapado una de las mayores estafas en criptomonedas en Europa. Se trata del ‘caso Forex’, que avanzó SEGRE hace un año y en el que hay más de 17.000 víctimas en España. La investigación se inició en 2018 a raíz de la denuncia de una mujer de la Cerdanya que había perdido más de 800.000 euros. Al menos había otros dos afectados leridanos, un vecino de la capital del Alt Urgell con 8.000 euros y otro de Vielha, con 160.000 euros. La red cayó en Albania con la intervención en call centers desde donde se llamaba a las víctimas. Tras destaparse este caso, los Mossos crearon un buscador con las 476 plataformas fraudulentas identificadas. En cuanto a homicidios, hay pocos. El último de ellos lo resolvieron hace apenas una semana.

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