El proyecto para conectar el nuevo túnel del Coll de Lilla y la AP-2 ya está redactado y se licitará en los próximos meses
El túnel absorbe más de 11.000 vehículos diarios en su primer mes de funcionamiento
El proyecto para conectar la A-27 y la autopista AP-2 en Montblanc ya está redactado y se podrá licitar la obra "en los próximos meses". Como ha explicado el subdelegado del gobierno español en Tarragona, Santiago Castellà, el túnel y el nuevo tramo de la autovía A-27 "fue una obra muy compleja", pero el trazado hasta la AP-2 "es muy lógico" y la ejecución de la obra "podrá ser suficientemente ágil", una vez adjudicada. Las obras podrían empezar dentro de un año y medio y su ejecución duraría un año y medio más.
El nuevo túnel del Coll de Lilla de la A-27 recibe más 11.000 vehículos diarios por término medio desde que se entró en funcionamiento hace un mes. Un 10% de estos vehículos son camiones, aunque los de mercancías peligrosas tienen que circular por la N-240 o la AP-2.
El nuevo trazado de cinco kilómetros de la A-27, que une Valls y Montblanc y que incluye el túnel que atraviesa el Coll de Lilla, se empezó a ejecutar en 2008. Tras muchos años de retraso y un coste de 157 millones de euros el tramo se puso en marcha el pasado 23 de octubre, y tiene un tráfico diario de unos 11.000 vehículos.
El volumen de circulación "demuestra que era una vía muy necesaria", como ha reconocido el subdelegado español en Tarragona, para la movilidad de personas y mercancías entre Lleida, Zaragoza, Navarra y todo el norte Península Ibérica hasta Tarragona, especialmente con el Puerto donde también se ha hecho notar la puesta en marcha de la infraestructura con un crecimiento de entradas y salidas de vehículos.
Castellà ha remarcado "las muchísimas posibilidades" que representa la vía para la Conca de Barberà, para atraer nueva industria con el atractivo de "la logística y la transformación de producto". Con respecto a las quejas de los vecinos de Lilla, el subdelegado ha asegurado que Carreteras del Estado "está estudiando todos los requerimientos" que los han hecho llegar, valorando "la mejora de los accesos al pueblo" y también la posibilidad de instalar pantallas que reducen el impacto sonoro del tráfico.