La trashumancia de caballos a pie continúa viva en el Pallars

Llega el frío y los animales que han pasado el verano en las montañas se retiran hacia el fondo de los valles donde pasarán el invierno. Los caballos de Pabro Moreno de Casa Palanca han pasado el verano en Tor, en el Pallars Sobirà, y estos días los hace bajar hacia Sant Martí de Canals, en el Pallars Jussà, donde pasarán el invierno. 

Los 75 kilómetros que separan estas dos poblaciones los hacen a pie. Para no cansar a los animales separan el trayecto con diferentes etapas. El lunes han hecho la de Baro a Gerri de la Sal y este martes finalizarán el recorrido y llegarán a Conca de Dalt. El paso de cerca de doscientos animales por los pueblos despierta la curiosidad de más de un vecino, poco acostumbrado a ver tantos animales juntos.

Durante el recorrido los caballos se desvían por carreteras antiguas o arcenes anchos para facilitar el paso de los vehículos y no ocasionar largas colas. Sin embargo, para ordenar la convivencia entre animales y vehículos, los Mossos d'Esquadra paran a los conductores al paso de los caballos y yeguas.

Se trata de un camino de ida y vuelta; ahora en noviembre los caballos bajan de la montaña para pasar el invierno lejos de la nieve y cerca de los pastos. A finales de primavera, harán el camino a la inversa y volverán a la montaña en busca de hierba verde y fresca.

Muchos son los ganaderos que llevan los animales a pasar el verano a la montaña, pero cada vez son menos los que hacen la trashumancia a pie y la gran mayoría lo hacen con camiones.