Entidades y entes locales del Pirineo apoyan la regulación de las viviendas turísticas
Se han multiplicado por cuatro en 8 años, mientras que las viviendas disponibles han caído y son más caras
Un piso en la Val d'Aran que hace 8 años valía 600 euros al mes hoy cuesta, "mínimo", unos 1.200 euros
Entidades y entes locales del Alt Pirineu y Aran han elaborado un manifiesto para dar apoyo al decreto ley aprobado en noviembre por el Govern para regular los pisos turísticos. Denuncian que las Viviendas de Uso Turístico (HUT) se han multiplicado por cuatro en los últimos ocho años y han pasado de 1.298 en el 2015 en 4.719 a mediados de 2023. Eso ha provocado una grave crisis de vivienda, ya que cada vez hay menos casas disponibles y las que hay tienen unos precios de alquiler que ya superan el "máximo histórico" o están a punto de hacerlo.
El presidente de la Diputación de Lleida, Joan Talarn, y el vicepresidente Juan Antonio Serrano han presentado el documento este jueves en el palacio de la Diputación, acompañados del alcalde de Almacelles, Joan Bosch, la secretaria general de CCOO Terres de Lleida, Cristina Rodríguez, y el secretario general de la UGT Terres de Lleida, José Luis Aguilà.
El manifiesto da apoyo al decreto ley para limitar las viviendas turísticas que el Govern aprobó en noviembre y que se debatirá en el pleno del Parlament de la próxima semana. También pide a los grupos políticos de la cámara catalana que voten a favor.
Consideran que la nueva normativa tiene que servir para "reequilibrar" la oferta de viviendas de uso permanente, que en los últimos años ha caído en contraposición con la de apartamentos turísticos, que no ha parado de crecer. También ayudará, dicen, a regular los precios de compra y alquiler, que actualmente son inasumibles para mucha de la gente que vive en el territorio.
Y es que el número de Viviendas de Uso Turístico (HUT) en el Alt Pirineu y Aran se ha multiplicado por cuatro desde su regulación el año 2015. Se ha pasado de 1.298 a 4.719 a mediados del 2023. A modo de ejemplo, los pisos turísticos de la Val d'Aran podrían alojar el 80% de su población. En el caso del Alta Ribagorça se alojaría al 63% y en el Pallars Sobirà, el 55% de la gente que vive allí.
La falta de vivienda ha ido acompañada de un incremento sin traba de los precios de alquiler, que ya superan, según el documento, "el máximo histórico en precios de alquiler o están a punto de hacerlo". Por ejemplo, un piso en la Val d'Aran que hace 8 años valía 600 euros en el mes hoy cuesta, "mínimo", unos 1.200 euros, ha dicho al vicepresidente de la Diputación de Lleida, Juan Antonio Serrano.
Esta situación provoca situaciones "completamente dramáticas" en el territorio. "Pisos con sobreocupación, trabajadores viviendo en autocaravanas, familias arraigades en el territorio que ven cómo no los renuevan el contrato de alquiler porque quieren transformarlo en pisos turísticos, una dificultad añadida para encontrar profesionales sanitarios y de todo tipo, e incluso, estafas en internet" de ofertas falsas, ha citado al vicepresidente Serrano.
Por su parte, Joan Talarn se ha mostrado favorable a "todas aquellas herramientas que sirvan para que la gente tenga una vivienda" y ha dicho que eso es compatible con la capacidad turística del territorio. "Es fácil entender que se pueden complementar las dos sin que una duela a la otra y con la capacidad que haya proyectos de vida justamente porque hay una oferta de trabajo y la gente se puede quedar, pero que también tengan vivienda", ha incidido.
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Xavier Rodríguez