El Segarra-Garrigues incorpora 1.100 hectáreas de los riegos históricos de Belianes y Farrugats

La asamblea general del Segarra-Garrigues dio luz verde ayer a la adhesión de las comunidades de regantes tradicionales de Farrugats y Belianes, que suman unas 1.100 hectáreas de cultivos. El presidente del Segarra-Garrigues, Josep Maria Jové, explicó que “se trata de dos comunidades de regantes de riego histórico, igual que el Canalet de Tàrrega, que se abastecen del Canal d’Urgell”. Estas comunidades tenían una concesión de agua del Urgell a precario con la condición de que pasaran al Segarra-Garrigues cuando este estuviera construido y preparado para incorporarlas. Hasta ahora, la disponibilidad de agua no había plantaedo la necesidad, pero ahora sí lo hace.

Al tratarse de riegos históricos, en caso que se acaben incorporando al Segarra-Garrigues, la Generalitat tendrá que redactar un protocolo de riego con una normativa específica, como hizo en su momento con el Canalet. El problema añadido en este caso es que si bien el Canalet ya había llevado a cabo obras de modernización de la infraestructura por parte de la misma comunidad de regantes, en estos dos casos aún riegan a manta y, a falta de la infraestructura del Segarra-Garrigues, del protocolo y de un convenio específico, para salvar la temporada estudian que el Segarra-Garrigues ceda el agua necesaria para estas comunidades al Canal d’Urgell y que se suministren desde ahí de forma temporal. 

La asamblea sirvió para aprobar el presupuesto para el 2024. Jové destacó que para el próximo ejercicio las previsiones son optimistas porque han liquidado una deuda importante que tenían desde el 2002 cuando se construyó el primer tramo del canal. El presidente de los regantes del Segarra-Garrigues recordó que cuando se construyó el primer tramo del canal acordaron pagar el 50% a cargo del Estado y el otro 50% los regantes. A partir del segundo tramo, acordaron con la Generalitat que esta se haría cargo del 50% de los regantes pero faltaba devolver el aval del tramo inicial, que ahora han conseguido liquidar. “Ya estamos liberados de esta carga financiera”, afirmó. Para la nueva temporada de riego está previsto que se incorporen unas 1.200 nuevas hectáreas en caso de que los regantes se adhieran al sistema Segarra-Garrigues. Esta previsión deberá adaptarse a las condiciones que la sequía ya impuso la pasada temporada, en que la falta de reservas solo dejó agua para los frutales.

En cuanto al precio del agua, Jové se mostró optimista en que bajará “considerablemente” por vía de la luz. “El año pasado contratamos la luz muy cara, a 168 euros/MWh, y ahora está a unos 100, de modo que todo apunta a que este mes de diciembre la contrataremos más barata”, dijo el presidente de los regantes. Ahora el precio del agua es de 219 euros por hectárea, la cuota fija, y 0,14 euros el metro cúbico, la variable, o bien 133 el fijo y 0,18 el variable.En cuanto a la sequía, Jové reconoció que “seguramente esta temporada también habrá restricciones si no llueve mucho”. Recordó que “en estos momentos estamos a unas reservas de 139 hectómetros, según la CHE tenemos que dejar 50 en el embalse para garantizar el abastecimiento, de modo que podemos repartir solo 89, que no dan para nada”. El presidente de los regantes añadió que “este año haremos un reparto porcentual del agua de Rialb desde el inicio de la campaña y no priorizaremos ningún cultivo”.

Lleida mira con recelo conectar las cuencas catalanas

Los regantes de Lleida ven con recelo la propuesta de cuatro colegios profesionales (Ingenieros de Caminos, Ingenieros Agrónomos, Ingenieros Industriales y Economistas) de conectar las cuencas internas con las del Ebro a través de la prolongación del minitrasvase a Tarragona para situaciones de emergencia por sequía como la actual. Al respecto, el presidente de los regantes del Segarra-Garrigues, Josep Maria Jové, reconoció que “técnicamente es la solución más rentable y barata (para paliar la sequía en el área metropolitana) aunque aquí hay muchos implicados y mucho a decir”. El presidente del Canal d’Urgell, Amadeu Ros, evitó pronunciarse sobre esta alternativa. El minitrasvase a Tarragona ya supone la conexión del Ebro con el sistema Ter-Llobregat con una concesión de 4 metros cúbicos por segundo, 126 hectómetros anuales, de los que solo se usan 76. La propuesta consiste en prolongar esta red para hacer llegar el sobrante al área metropolitana de Barcelona. Ya se propuso en la sequía de 2008.