Lleida esquiva las restricciones por la sequía y crece la presión por trasvasar del Ebro

La Generalitat declaró ayer la situación de emergencia por sequía en las cuencas internas de la que Lleida, dentro del ámbito de la Confederación Hidrogràfica del Ebro (CHE) queda al margen, por ahora. Esta situación, que comporta la reducción del consumo de 210 a 200 litros por habitante y día, así como recortes de agua para usos turísticos y deportivos; de un 80% para los agrícolas y del 50% para los ganaderos, que no podrán abrir ni ampliar granjas, afecta a seis municipios del Solsonès (Solsona, Olius, Pinós, Navés, Clariana y Riner), mientras que Gòsol, Guixers y La Coma i La Pedra están en situación de excepcionalidad.

La declaración llega mientras los pantanos del Ebro en Mequinensa y Riba-roja almacenan 1.139 y 187,9 hm³ y alivian agua para dejar un margen de seguridad por avenidas ya que se encuentran al 83,6% y al 89,7%, respectivamente. Por esta razón, colegios profesionales como los ingenieros de caminos, industriales, agrónomos y economistas de Barcelona, además de Foment del Treball y empresas turísticas de Girona abogan por conectar la cuenca del Ebro con del Ter-Llobregat, que padece la sequía más grave desde hace un siglo. Se haría comunicando las redes de abastecimiento del Consorci d’Aigües de Tarragona y las de la empresa pública Aigües del Ter-Llobregat. Al ser una conexión entre cuencas, la última palabra la tiene el Estado. Ecologistas de Tarragona ya han expresado su enérgico rechazo al igual que el Govern (ver deseglose).Los pantanos del Segre, Oliana y Rialb, están al 32% con 155 hm³, mientras que los del Ribagorçana se encuentran al 35%. La cuenca del Segre está en emergencia hace más de 20 meses aunque no hay ningun peligro para los abastecimientos al igual que en el Ribagorçana, del que beben Lleida ciudad y más de un veintena de pueblos del Segrià y la Noguera. Los embalses del Noguera Pallaresa, en cambio, están al 66,4% de reservas de agua.

El Govern descarta interconectar cuencas

El conseller de Acción Climática, David Mascort, rechazó la interconexión de la red de aguas del Ebro en el Camp de Tarragona con la red metropolitana de Barcelona como han solicitado varios colegios profesionales. La Generalitat considera que el territorio debe ser resiliente a la sequía sin trasvases. Por otra parte, Mascort prevé reunirse el lunes con la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, para llevar agua en barco a Barcelona.

Quejas de ganaderos del Solsonès al reducir el suministro a las granjas

Ganaderos y alcaldes de los municipios afectados por la emergencia en el Solsonès protestaron por el recorte del 50% de agua a las granjas ya que afectará negativamente a su economía puesto que les obliga a reducir la cabaña de animales. Exigen al Govern que concrete cuántos debe tener cada explotación y apuntaron que el gasto de agua es más que razonable. “No lo haremos los ayuntamientos”, indicaron algunos alcaldes. Por su parte, Solsona ha ajustado el consumo a 205 litros por habitante y día en enero y tendrá que hacerlo más para evitar multas.