Un asesino en serie de payeses habría cometido el crimen de Vilanova de la Barca

Un asesino en serie de payeses estaría detrás del crimen del agricultor de Vilanova de la Barca del pasado 5 de enero y de otros dos hombres en Navarra en homicidios prácticamente calcados que se produjeron en noviembre y en diciembre. Esta es la línea de investigación que siguen desde hace semanas los Mossos d’Esquadra, la Policía Nacional y la Guardia Civil. 

No se trata solo de crímenes que tienen un patrón similar sino que hay indicios y pruebas que refuerzan esta hipótesis. La principal es que al agricultor de 80 años que fue asesinado el 21 de diciembre en Ribaforada (Navarra) –inicialmente se pensó que se trataba de una muerte accidental– le sustrajeron un coche, un Opel Astra, que la Guardia Urbana de Lleida halló el 31 de diciembre en la partida de Granyena, cinco días antes del último asesinato, el de Vilanova de la Barca, a apenas unos 20 kilómetros. 

Curiosamente a Ramon Rossell, el payés de Vilanova de la Barca de 84 años asesinado, también le robaron un Opel Astra con el que el asesino huyó a Francia. De hecho, este periódico ya apuntó que los investigadores creían que el asesino, un hombre joven, estaba huyendo cuando cometió el crimen en Ponent. 

La investigación inicial de los tres casos se hacía por separado pero la multitud de indicios y coincidencias han acabado por afrontarse como solo uno. Fuentes solventes apuntaron que el autor ha sido identificado y el coche localizado, por lo que no se descarta que se produzca su detención en breve.

El primer crimen se produjo el 23 de noviembre en Tudela, en Navarra. Pedro Oyón Villahermos, un payés de 68 años, fue hallado muerto en un olivar situado a las afueras del pueblo con numerosas cuchilladas en su cuerpo. Estaba jubilado y no regresó a casa a comer –como en el caso de Vilanova–. 

El asesino se ensañó. Menos de un mes después, el 21 de diciembre, José Luis Aguado, de 80 años y payés de Ribaforada (Navarra), era encontrado sin vida en su huerto con heridas compatibles con un accidente con la motoazada que manejaba. 

Se pensó en una muerte accidental y las heridas eran compatibles con ello. Sin embargo, desapareció el vehículo con el que habría acudido hasta allí. Un Opel Astra de color rojo. Lo habían robado. 

Diez días después, el 31 de diciembre, la Guardia Urbana de Lleida localizó en la partida de Granyena cerca del canal un Opel Astra de color rojo. Inspeccionaron la matrícula, y comprobaron que constaba como sustraído y podría estar relacionado con un homicidio en Navarra, en un caso que investigaba la Guardia Civil, que se queda con la custodia del vehículo. Cinco días después se cometió el asesinato en el Segrià. El homicida robó el coche a la víctima, otro Opel Astra.