LLEIDA
'Tomé cerveza, cubatas y marihuana', dice el chófer acusado de 2 muertes
Admite su responsabilidad y pide perdón por el atropello de una pareja de motoristas en la A-22
La Fiscalía le pide 8 años y medio de cárcel y la acusación, diez
El conductor de 40 años acusado de atropellar mortalmente a una pareja de motoristas en la A-22 entre Lleida y Alpicat y huir del lugar en 2021 admitió ayer su responsabilidad y pidió disculpas ante el tribunal. En la segunda y última sesión del juicio en la Audiencia de Lleida, el Ministerio Público ratificó su petición de que el hombre sea condenado a 8 años y medio de prisión por los delitos de homicidio por imprudencia grave y el abandono del lugar de los hechos, mientras que la acusación particular solicitó 10 años de prisión. El acusado reconoció que antes de coger el coche “tomé cervezas, cubatas y marihuana” y dijo que no sabía que había chocado contra la moto en la que viajaban Josep Pepo Lladonosa, de 41 años y Maria Masip, de 39. “Paré en el arcén, miré por el retrovisor y solo vi piezas del coche. Creí que había impactado contra un muro o alguna señal”, señaló. Al preguntarle por qué se fue del lugar, dijo que “no tenía la mente clara, entré en estado de pánico y lo primero que pensé fue en salir de la autovía porque no quería causar más accidentes”. Fue entonces cuando, según su versión, tomó la primera salida de la autovía y paró en un camino donde fue interceptado por los Mossos, a dos kilómetros del accidente. Ayer declararon tres agentes de la Policía catalana que avalaron que el acusado conducía de forma errática y a una velocidad excesiva y arrolló a las víctimas, que “circulaban correctamente por el carril derecho y con las luces reglamentarias”. A partir de los datos registrados en la ‘caja negra’ del vehículo del procesado, pudieron determinar que iba a unos 136 km/h en el momento del siniestro. Fruto del choque, la pareja salió proyectada a 52 y 87 metros de distancia. La moto fue localizada a más de 100 metros. En sus conclusiones, tanto la Fiscalía como la acusación particular ratificaron su postura de que el acusado era consciente de lo que había hecho y huyó para eludir sus responsabilidades. “El testimonio y los peritos constatan que tenía una visibilidad perfecta de la moto a 100 metros”. Por su parte, la defensa, que pidió que se le aplicara la atenuante de drogadicción, solicitó su ingreso en un centro de desintoxicación durante cinco años.