LLEIDA
Informes desfavorables frenan plantas solares flotantes del Segarra-Garrigues
La Generalitat pide información del impacto paisajístico o un estudio de alternativas
Al menos dos informes desfavorables frenan la instalación de dos plantas fotovoltaicas flotantes en las balsas de riego del Segarra-Garrigues en Alfés y Alcanó. Los informes son de Urbanismo y de Medio Natural de la Generalitat y requieren a ASG aportar datos como un estudio de emplazamiento alternativo o proyecto de vallado, cuando ya lo hay.
Al menos dos informes desfavorables de organismos de la Generalitat frenan la instalación de las plantas solares flotantes que ASG, la empresa que construye y gestiona el Segarra-Garrigues, proyecta en las balsas artificiales de regadío en Alfés y Alcanó. Se trata de documentos preceptivos de Urbanismo y de Medio Natural sobre los dos proyectos en los que se especifica que hay que enmendar aspectos como la falta de un estudio de alternativas de emplazamiento de la planta o bien un informe sobre su integración paisajística. Los departamentos de la Generalitat requieren también que las instalaciones deben estar perimetradas por vallas, sin tener en cuenta que los embalses de riego de ASG en esta zona ya están vallados.
Los proyectos de estas instalaciones flotantes se tramitaron como plantas solares terrestres tras consultas a la Generalitat (la alternativa era presentarlas como plantas sobre tejado), por lo que se estaría aplicando el mismo rasero que un proyecto sobre suelo rústico. En cambio, la balsa de riego está considerada como instalación industrial, aseguraron fuentes conocedoras. Los proyectos se cursaron el pasado mes de noviembre tras recibir el beneplácito de la compañía eléctrica Endesa.
La promotora ASG deberá responder al requerimiento de la Generalitat y los proyectos saldrán presumiblemente a información pública. La intención de la adjudicataria del canal era que las plantas se estrenaran esta próxima campaña de riego con el objetivo de abaratar la factura del agua, que se ha disparado en los dos últimos años debido al coste energético. Los trabajos para la instalación de las placas pueden tener una duración de tres meses. Pero los trámites impedirán con toda probabilidad que sea durante esta campaña. Frente a los informes negativos las balsas han recibido documentos favorables de Cultura, de Obras y de Bosques de la Generalitat.La balsa de Alfés tendrá 6.262 estructuras flotantes y 3.500 módulos fotovoltaicos, con una inversión de dos millones, y la de Alcanó, 2.269 estructuras y 1.248 módulos, con 900.000 euros de inversión.
Endesa y Acciona descartan por ahora instalar placas en Oliana y Rialb
Un decreto del Gobierno central de 2022 planteó la posibilidad de instalar plantas solares flotantes en un centenar de pantanos del Estado, entre ellos, Oliana y Rialb, que regulan el río Segre y cuyas centrales hidroeléctricas explotan, respectivamente, Endesa y Acciona. El decreto contemplaba cubrir una superficie de hasta 100 hectáreas entre ambos pantanos, en concreto, 42,8 hectáreas de la lámina de agua del pantano de Oliana (cuya superficie total estimada es de 285 hectáreas) y otras 63,8 hectáreas del pantano de Rialb (de 1.276,7 hectáreas totales). Además, daba prioridad a las eléctricas que explotan sus centrales para desarrollar los proyectos. Sin embargo, dos años después ni Endesa ni Acciona tienen sobre la mesa instalar estas placas flotantes.
Las plantas fotovoltaicas sobre una lámina de agua tienen varias ventajas en relación con las terrestres, entre ellas, la refrigeración que supone estar sobre una lámina de agua, que puede evitar su sobrecalentamiento y permite ganar eficiencia, y la falta de afectación de terrenos valiosos para la agricultura, que es una de las quejas de las comunidades de regantes frente a los macroproyectos solares.También se considera ventajoso el hecho de aprovechar infraestructuras de evacuación eléctrica que ya existen desde las centrales hidroeléctricas de los embalses.
El propio decreto alertaba sin embargo de la cautela con la que debían abordarse estos proyectos, al tratarse de embalses naturales, puesto que no hay estudios sobre su impacto real en la naturaleza. En el caso de las balsas de riego del Segarra-Garrigues, que son artificiales, se consideran equipamientos industriales, por lo tanto con baja afectación ambiental, según destacan los promotores. Los tres proyectos suman más de 5.000 placas solares.