El movimiento antinuclear y ecologistas denuncian que las nucleares de Ascó son las que acumulan "más incidencias"
Los activistas lamentan el "mal funcionamiento" de las centrales españolas y cifran en 164 los sucesos notificados
Central nuclear de Ascó.
El Movimiento Ibérico Antinuclear y Ecologistas en Acción han denunciado que las centrales nucleares de Ascó II y Ascó I son las plantas con más incidencias notificadas al Consejo de Seguridad Nuclear, con 33 y 30 sucesos, respectivamente, desde el acuerdo de cierre. Los activistas han lamentado el "mal" funcionamiento de las nucleares españolas, las cuales han notificado 164 sucesos durante este últimos cinco años. Eso, indican, supone una media de un incidente cada once días. Les centrales de Cofrents, con 28, y Vandellòs II, con 26, siguen a las centrales de Ascó. El colectivo ha vuelto a reclamar que las nucleares se cierren cuanto antes mejor.
Según los activistas, la mayoría de los incidentes se han descrito como INES-0, pero se consideraron de mayor gravedad 10 fallos y se calificaron de nivel INES-1. Así, dicen, la central de Vandellòs II destaca con cuatro INES-1, seguimiento de Trillo con tres. Como referencia, el incendio de Vandellòs I en 1989, el accidente más grave en España, se consideró INES-3.
En estos cinco años, 37 sucesos tuvieron como resultado impedir la producción eléctrica del reactor durante periodos de horas a días. Ascó I es con "gran diferencia el que ha tenido que parar más veces de manera inesperada". También es la central, junto con Vandellòs II, con "más problemas" del sistema de refrigeración de componentes nucleares, la refrigeración de los sistemas de seguridad del núcleo. "Sin duda, este tipo de problemas son los que parecen más preocupantes", aseguran en un comunicado.
Además, añaden que Vandellòs II es la central con más sucesos relacionados con la conexión a la red eléctrica general, tanto por problemas en el parque eléctrico como por inestabilidad de la red exterior por culpa de oscilaciones de la red o tormentas. Por otra parte, los activistas señalan que "llama la atención la frecuencia de fallos" relacionados con equipamiento de sensores en Ascó I y II y las instalaciones de Cofrents.
"Es preocupante el alto número de incumplimientos de las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento (ETF), los documentos que establecen toda una serie de pruebas y restricciones de funcionamiento para evitar que se pueda funcionar si los sistemas de seguridad no están plenamente disponibles", han manifestado. Por todo ello, desde el movimiento antinuclear han reclamado que las nucleares se cierren cuanto antes mejor.
