LLEIDA
Nevadas a 600 metros en el Pirineo de Lleida que abren pistas de fondo, atrapan coches y el viento tira árboles
Dejaron entre 20 y 50 centímetros y blanquearon pueblos de Les Garrigues y la Segarra
La ventisca afectó a las pistas, que cerraron zonas altas, y hubo rachas que superaron los 104 kilómetros por hora
La nieve y el viento fueron los protagonistas de la jornada de ayer. Las nevadas llegaron a los 600 metros y en algunos puntos dejaron hasta 50 centímetros de nieve nueva, atrapando algunos vehículos en la red viaria.
Por lo que respecta al viento llegó a superar los 104 kilómetros por hora en el Pirineo y los 70 en el llano, lo que provocó la caída de árboles. La nieve blanqueó algunos pueblos de Les Garrigues como El Vilosell y La Pobla de Cérvoles o Talavera en la Segarra, y también el Montsec.
Los más de 25 centímetros que cayeron en el Alt Urgell y el Solsonès permitieron ayer abrir todas las pistas de esquí nórdico, que no han podio hacerlo desde principio de la temporada, y es posible que alarguen la campaña ya que todos los complejos, marcaron circuitos para la practica del esquí de fondo. También fue un respiro para Port del Comte y todas tienen garantizados buenos espesores hasta final de la temporada, el 1 de abril.
El fuerte viento obligó a cerrar parcialmente los complejos de alpino en cotas altas ya que en Boí-Taüll llegaron a registrar rachas de hasta 104 kilómetros por hora. Sin embargo, esto no desanimó a los esquiadores. Las estaciones de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) en Lleida acogieron a casi 9.000 aficionados al deporte blanco este fin de semana.
La nieve cerró el puerto de la Bonaigua por riesgo de aludes y fue obligatorio el uso de cadenas por la C-28 en Aran y el Sobirà. Los Bomberos de la Generalitat hicieron ayer seis servicios relacionados con las nevadas y una decena por el viento. De los primeros, por ejemplo, la madrugada de ayer rescataron a un conductor que quedó atrapado en la carretera N-260 a su paso por Soriguera. Lo llevaron hasta Espot.
Otros conductores también quedaron varados con sus vehículos. En cuanto el viento, las intervenciones fueron para retirar árboles caídos, revisar fachadas y retirar elementos que peligraban de caer a la vía pública.
En la ciudad de Lleida, por ejemplo, se alcanzaron rachas de hasta 72 kilómetros por hora. Precisamente, en la capital del Segrià es donde hubo el mayor incidente cuando un árbol cayó encima de un coche en la intersección entre Ferran el Catòlic y Pius XII. También revisaron un árbol de grandes dimensiones en el Turó de la Seu Vella o retiraron unas placas en La Bordeta.
En Tàrrega acordonaron un muro ante el riesgo de caída. Un desprendimiento provocó el descarrilamiento de un tren en Vacarisses, lo que factó a la línea R-12 de Lleida a Manresa. Según Renfe, no se fletaron buses ya que se puedo circular por la vía única. Los operarios prevén reparar hoy la avería.