LLEIDA
Los regantes del Garrigues Sud dan agua de boca a seis pueblos del Priorat sin reservas
Acuerdo para que estos municipios de Tarragona se abastezcan desde el canal de riego ante la actual situación extrema
La Bisbal, Margalef y La Palma d'Ebre también riegan 1.400 hectáreas de cultivos
La comunidad de regantes del Garrigues Sud da agua de boca desde hace más de cinco meses a las poblaciones la Palma, Margalef, la Bisbal de Falset, la Figuera, la Vilella Baixa y Cabacés, en las comarcas del Priorat y la Ribera d’Ebre ya que la sequía ha dejado a estos municipios de Tarragona sin suministro para el consumo humano. Se les ha establecido una derivación de 45.000 metros cúbicos al año desde el Ebro, según explicaron técnicos de la comunidad. Por otra parte, también se riegan desde el Garrigues Sud 1.400 hectáreas de los municipios de Margalef, La Bisbal y La Palma. Según el presidente del organismo, Xavier Pelegrí, la intervención se lleva a cabo tras el acuerdo de la conselleria de Acción Climática con la comunidad de regantes “como muestra de solidaridad ante la falta de recursos de un territorio vecino, ya que somos un riego eficiente y modernizado que podemos ahorrar caudal”. Pelegrí incidió en que no se trata de ningún trasvase sino de una derivación ya que todo el territorio se encuentra bajo la gestión de la Confederación Hidrográfica del Ebro, que ya ha dado su beneplácito. “No teníamos ninguna obligación, pero nos pidieron nuestra colaboración ante una situación urgente y se la dimos”, remarcó Pelegrí.
La tubería principal del Garrigues Sud se utiliza para llevar agua del pantano de Flix, donde tiene la captación en el Ebro, a la Palma d’Ebre, y garantizar el agua de riego y de boca de una parte del Priorat. El pasado verano ya se habilitó una conexión provisional con La Palma y se derivó a municipios de Tarragona menos de un hectómetro cúbico de agua para asegurar las cosechas en plena sequía. La actuación consiste en conectar la red del Garrigues Sud con el embalse de la Palma d’Ebre y desde ahí impulsar el agua hacia el embalse de Margalef (en sentido contrario al habitual), lo que beneficia a unas 1.400 hectáreas de la comunidad de regantes d’Aigües del Riu Montsant, dentro de la cuenca del Ebro. Según Pelegrí, la traída de agua de Flix al Priorat no afectará la dotación de los regantes de Les Garrigues, de 1.300 metros cúbicos por hectárea y año. No obstante, El Garrigues Sud pide compensaciones a la conselleria como son agilizar las plantas solares para reducir el gasto de electricidad en bombeos. Así lo aseguró ayer Antoni Enjuanes, subdirector de Infraestructras Rurales de Acción Climática, en la jornada sobre el maíz celebrada en Mollerussa (previa a la Fira de Sant Josep), que dijo que el ser colindantes las redes de regadío del Garrigues Sud y de los regantes de Margalef permite abastecer de agua de boca a estos pueblos, “ya que los pantanos están secos”. La CHE ha autorizado el uso de este agua del Ebro para estos pueblos por una situación extrema.
Sequía y maíz abren las jornadas técnicas de Sant Josep
La actual situación de sequía, las previsiones de riego para esta campaña y la implantación de cultivos alternativos abrieron ayer las jornadas técnicas de la 151 edición de la feria de Sant Josep de Mollerussa. El coordinador de la XXIII jornada intercomarcal sobre el cultivo del maíz, Josep Anton Betbesé, del IRTA, apuntó que la situación de la sequía actual es “similar a la del año pasado” y que de seguir así, no habrá agua para cultivos como el maíz que necesitan más dotación. Se expusieron alternativas al maíz como la soja, el girasol o el sorgo que “son más resistentes al estrés hídrico” y pueden ser “más interesantes en los años de sequía”, dijo. Según los cálculos actuales, el 50% o más de las 40.000 hectáreas de maíz que se cultivan en Lleida no se plantaron en 2023. “Una situación que se puede repetir esta campaña, dependiendo de las lluvias de primavera”, dijo. El subdirector de Infraestructuras Rurales de Acción Climática, Antonio Enjuanes, apuntó que esta campaña estará marcada por una gran labor de gestión del recurso hídrico y con restricciones. “Hay que luchar para ser más eficientes”, dijo.