LLEIDA
Entornos rurales ganan a los urbanos en migración interna
Urgell y Alt Urgell coparon en 2022 el 62% del saldo migratorio entre comarcas en Lleida
El Segrià, con solo un 7% más
Los entornos rurales ganaron en 2022 a los entornos urbanos en términos de migración entre comarcas en Catalunya. En Lleida, las comarcas del Urgell y el Alt Urgell concentraron el 62% de las llegadas de leridanos o catalanes de otras comarcas, con 220 sobre 354 cambios de residencia de saldo migratorio. Les sigue el Pallars Sobirà (59), mientras que el Segrià, donde se ubica la única ciudad de más de 20.000 habitantes (Lleida capital, con más de 140.000 vecinos), tuvo un saldo de 26 migraciones positivas. En el lado opuesto, la Segarra, Les Garrigues y el Pla perdieron población (154, 21 y 15 personas menos como saldo). Para el conjunto de Catalunya, las grandes ciudades perdieron hace dos años un total de 13.599 residentes que se trasladaron a vivir a municipios no urbanos, principalmente del Vallès Oriental, el Baix Penedès, el Maresme y el Garraf. El Barcelonès fue la comarca con el mayor flujo neto negativo, con 13.279 personas menos, mientras que los saldos migratorios positivos más altos se detectaron en el Vallès Oriental (1.634), el Baix Penedès (1.577), el Maresme (1.498) y el Garraf (1.107). Las tasas más elevadas de migración neta con el resto de Catalunya correspondieron en el Baix Penedès (13,8‰), el Moianès (9,9‰), el Pallars Sobirà (8,2‰). Mientras, en relación con los flujos migratorios con el resto del Estado, el saldo de 2022 fue negativo, con más emigraciones que inmigraciones. Así, los datos han mostrado que dejaron Catalunya para ir al resto del Estado unas 55.972 personas, mientras que llegaron 50.107, un saldo neto de -5.865 personas.