LLEIDA
Riegos históricos del Urgell riegan ya 1.300 ha del Segarra-Garrigues
Las comunidades de Farrugats de Anglesola y La Mina de Belianes, un mes después que el resto de regantes
El agua les seguirá llegando a través del Canal d'Urgell
Las comunidades de regantes de Farrugats de Anglesola y La Mina de Belianes empezaron a regar ayer con agua del canal Segarra-Garrigues, tras haber aprobado la adhesión a este ragdío en asamblea a mediados del pasado mes de marzo. Los regantes de estas localidades del Urgell han sido los últimos en comenzar la campaña de riego, un mes después de que lo hiciera el Segarra-Garrigues, y el día 25 de marzo, el d’Urgell. Hacía días que pedían agua para sus fincas.
Desde las comunidades de Farrugats y La Mina han trabajado a contrarreloj para regar, ya que necesitaban un convenio entre el canal Segarra-Garrigues y el del Urgell, así como informar a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) del cambio. Se trata de una situación peculiar, ya que estas comunidades aún no tienen modernizado el riego. Por ahora, el agua con la que regarán sus fincas seguirá transportándose por el canal d’Urgell, mientras que se descontará de la dotación que reciba el Segarra-Garrigues. Se ha acordado 1,3 hectómetros para 1.300 hectáreas, 800 en Belianes y 500 de Anglesola. Incorporarse al Segarra-Garrigues era su única opción para seguir regando. Son riegos históricos y afectados por una zona de protección de aves (zepa). Está previsto que se redacte un protocolo de riego con la Generalitat.
La presa del pantano de Santa Ana liberaba ayer agua por los aliviaderos superiores al estar prácticamente lleno: estaba al 85,86% de su capacidad y acumulaba 203,4 hectómetros cúbicos. Fuentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) apuntaron que estas salidas se corresponden con el mantenimiento de los caudales ecológicos del río Noguera Ribagorçana, y también sirven para abastecer a los primeros riegos de la campaña. Aseguraron que no fue por precaución ante posibles crecidas del río por el deshielo o fuertes lluvias, ya que la capacidad del pantano para recibirlas ya está garantizada. Mientras, alcaldes de la zona aseguraron no percibir un aumento de caudal en el Noguera Ribagorçana y que desde hace días Santa Ana esá “muy lleno”, algo que puede llevar a la CHE a llevar a cabo maniobras en los aliviaderos por seguridad. El pantano de Escales, en la cuenca del Ribagorçana, estaba ayer al 77% de su capacidad con 118 hectómetros cúbicos, mientras que Canelles, solo acumulaba 159,9 hectómetros, un 23,54% de su capacidad.
“El regadío es una herramienta contra el cambio climático”
“El regadío es una herramienta contra el cambio climático, que ayuda a producir más con menos superfície y a conservar y mantener a la población rural”. Así lo afirmó ayer el presidente de la comisión de Economía Agroalimentaria del colegio de Economistas de Catalunya, Francesc Reguant, en un ciclo de debates en el colegio de Ingenieros Agrónomos en Lleida. Allí abogaron por la eficacia y la tecnología en el riego, y por cambios en la gestión hídrica para afrontar la sequía. El presidente de la comisión del Agua del colegio de Agrónomos, Carlos Estaran, incidió en la necesidad de riegos eficientes.
Critican la gestión del Urgell en la campaña y la baja dotación de agua
La plataforma Manifesta del Gran Urgell expresó ayer su “descontento y malestar” con los responsables del canal d’Urgell por la gestión del agua en el inicio de la campaña de regadío, que comenzó el 25 de marzo. Pese a que la comunidad acordó repartir el agua de forma equitativa creando la figura de los hidros (un hidro equivale a un riego), el sistema no se ha aplicado con éxito, según la plataforma. Aseguran que hay colectividades que no anotan pedidos y que los que sí lo hacen “se ven desbordados y no pueden atender las demandas de riego”. Lamentan las dotaciones mínimas, tanto del canal principal como el auxiliar, y afirmaron que hay fincas que se han quedado sin regar por falta de caudal. Esto provoca retrasos de los turnos y alertan que se puede poner en peligro el riego de los cultivos cuando más agua necesitan. La plataforma pide al Canal d’Urgell rectificar la gestión.