COMARCAS
Tania Soláns: “Hay que legislar con visión rural”
La presidenta comarcal y alcaldesa de Esplús dirige la Comisión de Municipios de Menor Población de la FEMP
Reclama un Estatuto específico para pueblos pequeños
“Hay que legislar con una mirada rural. No se puede legislar desde las capitales sin tener en cuenta al 80% del territorio”, sostiene Tania Soláns (PSOE), alcaldesa de Esplús, presidenta de la Llitera y, desde el miércoles, también de la Comisión de Municipios de Menor Población de la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias).
“Vamos a dar voz a todo el territorio y a trabajar para que haya igualdad de derechos y oportunidades”, marcó Soláns como objetivo. Tendrá como vicepresidente a Benito Serrano (PP), presidente de la Diputación de Soria, con quien coincidió en la necesidad de “ruralizar las leyes”. El alcalde de Oliana, Ricard Pérez (Junts), será vocal en la comisión, de 19 miembros y con seis de ellos de pueblos de menos de cien vecinos.Soláns espera que esta legislatura municipal permita avanzar en el despliegue de medidas prácticas en el mundo rural. “El análisis está hecho. Ahora hay que poner sobre la mesa soluciones, aplicar modelos y líneas de trabajo que se ha demostrado que funcionan”, señala.
Paralelamente, los principales objetivos en el plano legislativo son recuperar el Estatuto Básico de los Municipios de Menor Población, que sigue en un cajón desde el precipitado final de la anterior legislatura estatal, y medidas que mejoren la vertebración. “Los pequeños municipios hemos de tener discriminaciones positivas en materia de impuestos y de servicios”, reivindica Soláns, como medio para apoyar su viabilidad.
“En Esplús hemos pasado de 540 habitantes en 2018 a 667 (+23,5%) en 2023, pero ese aumento de población con una reducción de los servicios no habría existido”, ejemplifica. “Si se ofrecen servicios, la gente joven se plantea quedarse; y esa es la apuesta que hemos hecho con el comedor escolar o un servicio de taxi gratuito” con prioridad para mayores, anota. “Tenemos un montón de retos”, concluye Soláns, que destaca la coincidencia de las principales preocupaciones en los municipios de menos de 5.000 habitantes: la disponibilidad de vivienda, la situación del pequeño comercio, la migración y la integración social y, también, las dificultades para financiar instalaciones, entre ellas las deportivas.