La telefonía digital releva al cable de cobre para 200.000 leridanos el viernes

Las líneas de teléfono de cobre dejarán de funcionar en Lleida en medio año. El proceso tiene este viernes una fecha crítica: el cierre de 91 de las 103 centrales con esta tecnología que siguen operativas. De cumplirse las previsiones de Telefónica, el apagón del cobre culminará el próximo 27 de noviembre con la clausura de las nueve últimas.

El proceso de reemplazo de las líneas de cable de cobre dejará fuera de servicio una red de comunicaciones cuyo servicio ha resultado básico para el desarrollo social y económico de la demarcación. Su sustitución supone una prueba de fuego en el ámbito rural y especiamente en las zonas de media y alta montaña, donde el reemplazo del cable de cobre por líneas de fibra óptica, habitual en el llano y en los principales núcleos de población, va a convivir con el despliegue de tecnologías de telefonía móvil tipo RDSI y de comunicaciones vía satélite, todas ellas digitales.

Existe inquietud sobre la operatividad de los nuevos sistemas en las áreas rurales ante un cambio de esa amplitud, ya que las localidades afectadas por los cierres del día 19 suman en torno a 200.000 vecinos. Así, el presidente del consell de La Segarra, Ramón Augé, reconoce que el servicio de teleasistencia para las personas mayores requerirá en algunos casos ser adaptado al teléfono por cable o al móvil En Ribera d’Urgellet, la alcaldesa, Josefina Lladós, explicó que el ayuntamiento ha tenido que invertir para asegurar la conexión a los vecinos de Montant de Tost con una empresa local de telefonía. “Telefónica no nos daba solución porque hablamos de pocos vecinos y núcleos aislados y, si no actuábamos nosotros, los vecinos, gente mayor que solo tienen una línea fija, se hubieran quedado completamente aislados”, dijo.

Telefónica ha elegido la fecha del centenario de su fundación, el viernes 19 de abril, para cerrar el grueso de las centrales que siguen funcionando con cables de cobre. En Lleida serán 91 y se sumarán a las 28 que la compañía ha ido clausurando desde 2018. A estas les seguirán tres de las principales, como las de Balaguer, Mollerussa y Tàrrega, que suman 51.000 habitantes y que permanecerán operativas hasta el 27 de mayo.

El abandono definitivo de esa tecnología, que ya solo seguirá operativa en uno de cada siete hogares durante esos seis meses, se producirá el 27 de noviembre con el cierre de las últimas nueve centrales de cable de cobre, entre ellas la de la Zona Alta de Lleida ciudad.