ALMACELLES
Almacelles y Educación barajan trasladar a los alumnos de I-5 del colegio por seguridad
Es una de las opciones que se estudian tras desprenderse revestimiento de la fachada la semana pasada
Cuatro alumnos no asistieron ayer a clase y familias advierten que se plantean cambiar de escuela
El ayuntamiento de Almacelles y el departamento de Educación están barajando la posibilidad de trasladar a los 38 alumnos de I-5 del colegio Antònia Simó a otro edificio municipal tal y como reclaman los padres después de que la semana pasada se desprendiera parte del revestimiento de la fachada en la entrada principal del colegio. “Esta será una de las opciones que se debatirán mañana en la reunión con los arquitectos y los técnicos del departamento para dar una respuesta a los padres lo antes posible”, explicó el alcalde de Almacelles, Joan Bosch. Asimismo, el delegado de Educación en Lleida, Claudi Vidal, apuntó que se están valorando “varias opciones” después de escuchar a las familias ayer, aunque aún no se ha tomado ninguna decisión. “Lo haremos una vez hayamos consultado a los técnicos y de forma consensuada con el ayuntamiento y la dirección del colegio”. Añadió que en cualquiera de las opciones se priorizará “la seguridad” avalada por informes y actuaciones necesarias.
Mientras, al menos cuatro familias no llevaron a sus hijos ayer al centro como protesta y para reclamar el traslado de los pequeños a las aulas vacías de la llar d’infants municipal (en un edificio anexo) hasta que se garantice la seguridad del equipamiento. Pese a ello, aseguraron que hoy volverán a las aulas y dejarán una semana de margen a Educación y el consistorio para que se garanticen actuaciones de mantenimiento en el centro. Pese a todo, algunos padres también se plantean cambiar de colegio a sus hijos. “Nos preocupa el estado del edificio aunque insistan en que el centro es seguro y no hay peligro”, explicó Josep Manet, padre y miembro del consejo escolar, de donde también estudia dimitir. “De momento las negociaciones no tienen mucho camino pero no cerramos puertas y esperamos que se apruebe un plan de mantenimiento e inversión para el colegio”, dijo. Hace cinco meses ya se trasladó a los alumnos de I-4 a la biblioteca del colegio, donde han seguido recibiendo clases desde entonces, después de que cediera parte del suelo de un aula por una filtración de agua. Ahora, los cerca de 40 niños y niñas de I-5 son los únicos que quedan en el edificio, un inmueble casi centenario propiedad del ayuntamiento. Los cursos superiores estudian en otro edificio en el mismo recinto. En paralelo, la Generalitat está llevando a cabo pequeñas obras de mantenimiento en el interior del recinto escolar.
Reunión con arquitectos tras escuchar a las familias
El alcalde, Joan Bosch, apuntó que la prioridad es “la seguridad del edificio” y afirmó que está garantizada. Entre las posibilidades está el traslado hasta finales de curso a la tercera planta de la llar d’infants (ubicada en un edificio anexo) o seguir en el centro, entrando por la puerta trasera del colegio para evitar la zona en la que se desprendió un tramo de revestimiento. “Mañana nos reunimos junto con Educación con los arquitectos y técnicos para avanzar y poder dar respuesta a los padres de los alumnos”, dijo Bosch. Añadió que técnicamente el colegio es seguro y no hay peligro aunque “hay que ver la viabilidad de hacer un cambio o seguir en la escuela hasta fin de curso”. Añadió que está previsto hacer nuevas reformas durante el verano y que hace poco más de una década se reformó toda la cubierta del edificio. “Nos preocupa la seguridad de los pequeños y siempre se ha velado por ella”, dijo.