LA OPINIÓN DE LOS FUTUROS SANITARIOS
Evitar la fuga de sanitarios
Estudiantes de Medicina y Enfermería comparten su visión de Lleida como ejemplo de buen funcionamiento de la sanidad, pero reclaman mejores condiciones asistenciales y económicas
El sistema sanitario necesita reformas urgentes para reducir listas de espera y evitar la marcha de cada vez más profesionales al extranjero, donde encuentran mejores condiciones asistenciales y económicas. Estudiantes de Medicina y Enfermería de la Universitat de Lleida (UdL) coinciden en valorar que Lleida tiene unos buenos servicios de salud, pero están faltos de inversiones. “Aquí hay un muy buen nivel, muy buenos especialistas y grandes investigaciones, pero algunas especialidades se han quedado algo atrás”. Ponen como ejemplo Radiología Intervencionista, que solo abre hasta las 15.00 horas. “No es un problema de calidad, sino de falta de personal”, aseguran.
Alejandro, estudiante de cuarto de Medicina, llegó a Lleida desde Rota (Cádiz). Se confiesa un “enamorado de mi tierra” y afirma que le gustaría volver al acabar sus estudios, pero “no me importaría quedarme en Lleida porque es una ciudad muy bien conectada, con gente muy acogedora”, afirma. Por su parte, Sol está en sexto de Medicina y es madrileña. “Para nada quiero volver a Madrid, me quedaría en Lleida porque es mucho más acogedora y tiene buenos recursos”, asegura. Estudió el primer curso en su ciudad, y percibe que “aquí hay mucha menos competitividad y mejor ambiente, es fácil conocer a estudiantes de cursos superiores que te ayuden”. Asimismo, valora que el sistema sanitario funciona mucho mejor aquí que en Madrid. “La atención es bastante más impersonal allí, con muchos más robots”, asegura.Un ejemplo de una leridana que buscará un mejor futuro fuera es el de Míriam, que se fue de Erasmus a Dinamarca y volverá allí cuando acabe el último curso de Enfermería, ya que le han ofrecido un contrato de ocho meses en un hospital danés. “Aquí hay muy buenas oportunidades, pero me gustó mucho salir y pienso que tenemos que probarlo porque somos jóvenes y siempre podemos volver”, valora. Asimismo, asegura que en Dinamarca hay una ratio de tres pacientes como máximo por cada enfermera, mientras que aquí es de unos diez. Por contra, Sol hizo un intercambio de un mes en Indonesia, donde constató que “no llevan muy bien la limpieza”, aunque tiene un muy buen recuerdo de su experiencia y se sorprendió al ver que “se las apañan ante cualquier imprevisto”. La “fuga” del talento local se está remediando con la entrada de sanitarios –sobre todo médicos– de otros países, mayoritariamente latinoamericanos. Los estudiantes consideran que “están siendo de gran ayuda” y que “se nota que su formación ha sido diferente, y está bien tener distintas visiones en el trato asistencial”. Aun así, los estudiantes coinciden en que “es una pena que muchos catalanes tengamos que irnos por cuestiones económicas”. Marc, un leridano que estudia quinto de Medicina, apunta que “no faltan sanitarios, sino mejorar nuestras condiciones para quedarnos. Pilar, también estudiante de quinto de Medicina, valora que “otros sectores harían huelgas con nuestras condiciones laborales, creo que aprovechan nuestra vocación y la imposibilidad de paralizar la sanidad, por lo que acabamos aceptándolas”.
Míriam, Nerea y Marta, estudiantes de Enfermería, están de acuerdo en que “nuestro reconocimiento como enfermeras ha mejorado mucho en los últimos años, pero aún queda mucho por hacer”. Valoran que gran parte del trabajo por hacer es propio y “nos tenemos que hacer valer por lo que somos y dar a entender que nuestro rol es equivalente al de los médicos”, pero señalan que algunos facultativos, sobre todo de edades más avanzadas, todavía las infravaloran. “Algunos tienen otra mentalidad, pero poco a poco está cambiando y en las prácticas nos hemos sentido muy a gusto”, añaden.
Guardias menos largas y reconocer especialidades
Los estudiantes de Medicina piden acabar con las guardias de 24 horas, así como que el sistema sanitario “no se apoye tanto en los MIR, que se están formando y aún no deberían ser piezas tan clave”. Las futuras enfermeras señalan la necesidad de que se reconozcan sus especialidades, tanto económicamente como laboralmente. “Casi todas las plazas son generales, no se convocan de especialistas”, lamentan. Los futuros sanitarios también piden eliminar las diferencias de condiciones entre funcionarios y laborales.