UN SECTOR DINÁMICO Y CON POTENCIAL
El reto del turismo sostenible
Lleida ha sabido aprovechar el auge del turismo de naturaleza tras la Covid-19, aunque dicho crecimiento conlleva a su vez desafíos como la masificación en espacios naturales o el cambio climático.
Las características de las comarcas de Lleida están alineadas con las nuevas tendencias turísticas de los últimos años, donde la demanda de los destinos de naturaleza y de interior está en auge, sobre todo tras la pandemia de Covid-19. La oportunidad que este crecimiento supone para el sector conlleva también desafíos. La masificación y degradación de espacios naturales sensibles o la vulnerabilidad a las consecuencias del cambio climático son algunos de ellos.
El Parc Nacional d’Aigüestortes superó por primera vez en 2023 los 600.000 turistas, mientras que la demarcación batió su récord de visitantes y pernoctaciones el mismo año, con 1,3 millones de turistas y 3,2 millones de pernoctaciones, un 40% más que hace 10 años. El sector toma ya medidas para controlar este crecimiento desbordante y evitar la saturación de algunos destinos, que concentran gran parte de sus visitantes en épocas concretas del año. Algunas de ellas son aumentar los precios de sus servicios, diversificar la oferta turística o limitar los accesos a zonas sensibles en épocas de gran afluencia, algo que se está llevando a cabo en varios aparcamientos del Parc de l’Alt Pirineu u otros espacios naturales de la Val d’Aran en verano. Por otra parte, el sector privado del área de influencia de Aigüestortes reivindica desde hace tiempo poder participar en su gestión y en las acciones de promoción turística para potenciarlo, lo que implicaría modificar sus usos y aprovechamientos tradicionales compatibles.Cabe remarcar que es en invierno cuando la demarcación brilla con todo su esplendor a nivel turístico, con sus seis estaciones de esquí alpino, incontables opciones para los amantes de la montaña y divertidas pistas de nórdico. En este sentido, destaca el trabajo llevado a cabo para diversificar la economía en el Pirineo y que pone en valor otros aspectos como su gastronomía, cultura y ocio, que ganan peso los meses más fríos del año al mismo tiempo que ayudan a desestacionalizar.
Una oportunidad para diversificar la economía de las comarcas del llano
El turismo es una industria dinámica que debe saber adaptarse con agilidad a los cambios, identificar nuevas tendencias de mercado y alinear a ellas sus negocios y emprendimientos. En este sentido, el ecoturismo no es algo que se limite únicamente a las zonas del Pirineo y el Prepirineo. Las comarcas del llano han visto en este una oportunidad para diversificar y potenciar su economía y en los últimos años han desarrollado experiencias turísticas que amplian la oferta del territorio y favorecen la distribución de visitantes, lo que reduce la masificación en otras zonas y contribuye a la desestacionalización del modelo vacacional tradicional. El astroturismo en la Noguera, que por las condiciones del Montsec goza de uno de los mejores cielos de Catalunya, con baja pluviometria y poca contaminación lumínica; la floración de los frutales en el Baix Segre, un espectáculo natural que crece año tras año y que en la pasada edición se ha complementado con el festival musical Cruïlla Baix Segre, u otras actividades que obtienen cada vez un mayor reconocimiento como el trufiturismo en Les Garrigues, llenan casas rurales y restaurantes y propician la creación de nuevos negocios. La presente oferta de experiencias, sumada a su patrimonio cultural, gastronómico y patrimonial y a un calendario repleto de ferias, permite tener en marcha de manera constante una campaña de promoción con actividades. En este sentido, agencias y touroperadores ofrecen ya packs que incluyen distintas propuestas durante varios días. Paralelamente, avanzan proyectos para nuevos equipamientos y actividades turísticas tanto en el llano como en el Pirineo. El conjunto de actuaciones previstas en el entorno del embalse de Rialb para convertirlo en un destino náutico de interior es una de ellas, aunque también destaca la promoción de un nuevo modelo turístico inclusivo e inteligente para la Vall de Boí que incluye la creación de una tirolina, estaciones de carga para e-bikes o la adecuación de nuevos senderos y miradores con señalización interpretativa inclusiva a nivel visual, sensorial y auditiva. Cabe también señalar la apuesta que, ante el auge del turismo de autocaravanas, han llevado a cabo decenas de ayuntamientos de toda la demarcación para atraer a sus usuarios mediante la adecuación de espacios de pernoctación y la habilitación de servicios como luz y agua.