LLEIDA
La expansión de la ganadería desplaza a los buitres desde el Pirineo al llano de Lleida
Los ornitólogos detectan desplazamientos a diario de estas aves carroñeras en busca de comida
Vuelan desde zonas de montaña hacia otras en las que su presencia nunca había sido habitual
La presencia de buitres comienza a ser habitual en amplias zonas del llano de Lleida y la Franja, en el Segrià y la Llitera entre otras. Es una consecuencia de la expansión de la ganadería, especialmente la del porcino, que les ofrece alimento en unos volúmenes superiores a los que encuentran en sus áreas de hábitat tradicional, donde el pastoreo y la cabaña llevan tiempo en regresión.
“No se puede decir que el buitre del Prepirineo se haya instalado en el llano, donde siempre los hubo, aunque no tanto afincados como de manera esporádica, pero sí hay una mayor presencia. La mayor disponibilidad de alimento y el uso de contenedores parece ser una explicación” para esos movimientos, señala Cristina Sánchez, responsable de SEO-Birdlife en Lleida. “La disponibilidad de alimento condiciona la distribución de las especies, eso es así, sin juzgar que sea bueno o malo”, anota Sánchez. En los últimos años está habiendo otro condicionante para la distribución espacial de las aves carroñeras y las grandes rapaces, con el despliegue de los parques eólicos en Aragón, Navarra y zonas del litoral mediterráneo, donde provocan elevadas mortandades de ese tipo de pájaros al ocupar los canales de viento que utilizan para levantar el vuelo y en sus planeos.
“La información que dan los DTs (sistema automático de monitorización de avifauna) es que no evitan los aerogeneradores. Hay un problema enorme de mortandad”, explica Josean Donázar, científico de la estación biológica de Doñana. En cualquier caso, el mayor motivo del desplazamiento es la disponibilidad de alimento.
“El principal factor que determina que bajen a zonas del valle es, sin ninguna duda y así lo corroboran los DT que llevan puestos más de un centenar de buitres en Catalunya, Aragón y Navarra, es que la disponibilidad de alimento en esas zonas del llano es muchísimo más alta que en la montaña”, describe.“En el valle se concentra una importante cabaña, principalmente de porcino, por la ganadería intensiva, y eso hace que los pájaros campen casi a diario en el llano para alimentarse”, anota. Mientras tanto, añade, “en las zonas de montaña no hay ganadería intensiva, o muy poca, y la extensiva está desapareciendo” más allá de la presencia estival de la transhumancia.
Los datos sobre la evolución de la cabaña ganadera que ofrece el Instituto de Estadística de Catalunya (Idescat) apuntan en la dirección de señalan los conservacionistas, con un aumento de casi medio millón de plazas de porcino en el llano en una década, al haber pasado la cabaña de 831.000 a 1,29 millones en el Segrià, Les Garrigues, el Pla d’Urgell, el Urgell, La Segarra y la Noguera entre 2009 y 2020, mientras las cabañas de crianza extensiva, es decir, ovejas, vacas y cabras, menguaban en el Alt Urgell, l’Alta Ribagorça, el Pallars y el Solsonès, con mayor intensidad la primera de esas especies.Los buitres se ven cada vez más en zonas de llano en Catalunya, explica el ornitólogo. “La población ha crecido, pero no solo ocurre por eso sino porque cada vez buscan más alimento en esas zonas. Concentran su actividad en las áreas donde hay más alimento”, explica.