Tributo a los últimos 'casillers'

Soledat Llosada, de 103 años y vecina de Pradell de Sió, en el municipio de Preixens, vivió durante años en la casilla del Salt del Pradell del Canal d’Urgell con su marido, Isidre Betriu. Las casilles son las pequeñas construcciones que servían como residencia a los guardas y acequieros encargados de velar por el agua de esta infraestructura y del estado de les banquetes del Urgell. Estas construcciones, casi medio centenar, serán restauradas para darles un uso social y cultural a través de convenios de cesión con ayuntamientos y asociaciones. Una actuación que se financiará con fondos Next Generation y que cuenta con una dotación de 3 millones.

Soledat Llosada fue ayer una de las homenajeadas por la red de entidades de la Plataforma Canal Viu, en un acto de reconocimiento a una treintena de antiguos casillers y sus familias por su labor de conservación de este sistema de regadío. El tributo de ayer a estos guardas se llevó a cabo en la caseta de riego del subcanal en El Palau d’Anglesol, edificio que una vez restaurado se cederá a la Canal Viu para que se convierta en un elemento dinamizador del Aula de Naturaleza Núria Borràs. El acto contó con la participación el presidente de la Diputación, Joan Talarn, el alcalde de El Palau d’Anglesola, Francesc Ballcells y el presidente de la Plataforma Canal Viu, Josep Maria Falip, entre otros. Por su parte, el presidente de la Comunidad de Regantes del Canal d’Urgell, Amadeu Ros, avanzó que este año, con motivo del 160 aniversario de la infraestructura se editará un libro con un centenar de entrevistas a familiares de casillers o a los mismos guardas. Por su parte, el presidente de la Diputación, Joan Talarn, puso en valor la figura de los guardas y la importancia de la recuperación patrimonial de estas casetas para “volver a darles vida como espacios culturales dignificando estos espacios para las generaciones más jóvenes y futuras”, dijo. Recordó que la construcción del canal d’Urgell fue la obra “más importante y transformadora de la economía y de los pueblos del llano de Lleida en dos siglos”.

Proyectos paralelos a la modernización del Canal d’Urgell

El proyecto de modernización del Canal d’Urgell va ligado a otros proyectos verdes como las rutas verdes o la mejora de la biodiversidad de esta infraestructura, además de la rehabilitación de las casetas de riego. La primera iniciativa medioambiental prevé enlazar los 325 kilómetros de caminos que circulan alrededor del canal para convertirlos en una de las vías verdes más largas de Europa. En Arbeca ya se ha señalizado un tramo de la ruta verde, la que enlaza la localidad con Els Vilars a través del Canal d’Urgell, donde ya se han plantado más de 500 árboles. En Penelles también se ha ejecutado un plan piloto en un tramo de dos kilómetros donde se han restaurado elementos del patrimonio histórico.