Pere Aragonès: «El Govern de ERC ha comenzado una discriminación positiva hacia Lleida»
ERC defiende un referéndum pactado con el Estado. Si no se puede ser realidad con la actual aritmética en el Congreso, ¿será casi imposible llevarlo a la práctica más adelante?
Defendemos la independencia desde hace muchos años y lo continuaremos haciendo sean cuales sean las circunstancias. El mejor camino es un referéndum reconocido por la comunidad internacional, y si es acordado con el estado es más fácil que sea así, pero no soy partidario de pensar que si no fuera posible a corto plazo debemos desistir. Tenemos la oportunidad de lograr un referéndum acordado, la financiación singular para acabar con el déficit fiscal y reforzar el estado del bienestar y la lengua catalana.
Si no hay referéndum, ¿conseguir una financiación singular sería un marco aceptable para ERC?
Nuestro marco aceptable es la independencia, pero mientras no se pueda desplegar, haremos todo lo que nos permita mejorar las condiciones de vida de los catalanes. No vemos el fin del déficit fiscal como sustituto de la independencia, sino como un paso intermedio.
¿Cree que el amago de dimisión de Pedro Sánchez y su posterior anuncio de continuidad influirá en el resultado electoral?
Se les ha visto el llautó. La empatía que puede haber ante el que sufre un ataque por parte de la extrema derecha se habrá transformado en decepción y desconfianza al ver que se ha usado de forma partidista.
Si es reelegido, ¿prefiere pactar con Junts o con el PSC?
Nos basaremos en propuestas.
¿Y cuál de ellos tiene propuestas más similares a las de ERC?
Cuesta saberlo, porque ni PSC ni Junts han puesto propuestas sobre la mesa. El PSC no hace para no jugarse la Moncloa y Junts, más allá del retorno de Carles Puigdemont, no explica qué quiere hacer. Yo sí lo explico: tenemos 4 años para votar el futuro político de Catalunya, para conseguir la financiación singular y para reforzar el estado del bienestar y el catalán. Este PSC hoy está muy lejos, es el menos catalanista de la historia, pero tampoco conocemos las propuestas de Junts más allá del retorno de Puigdemont.
Si no puede repetir, ¿prefiere que le suceda Puigdemont o Illa?
Nos presentamos para ganar.
¿Cómo se explica que después de una década con más votos independentistas que nunca el catalán esté en retroceso?
El cambio social o la digitalización probablemente lo explican. El diagnóstico era necesario, y hemos puesto sobre la mesa los datos que antes quizás otros escondían, pero lo importante es el tratamiento, que es una política lingüística mucho más ambiciosa. Hemos tenido años en que los canales infantiles en catalán eran casi inexistentes. Los hemos recuperado con producción de calidad, que permite transmitir el catalán a los más jóvenes. Educación y la CCMA acaban de presentar recursos educativos audiovisuales en catalán y en el ámbito audiovisual hemos multiplicado por 3 las ayudas. Este salto adelante necesita continuidad y no la tendrá si preside la Generalitat Junts, que hace muchos tuits pero dedica pocos recursos a política lingüística, o el PSC, que no sabe si es Lleida o Lérida.
El Govern se queja del centralismo de Madrid, pero en Lleida hay quejas del de Barcelona. ¿Es necesaria una política de discriminación positiva hacia Lleida?
Hemos de avanzar aún más para dar igualdad de oportunidades a todo el territorio. En esta legislatura hemos doblado las escuelas ‘bressol’ rurales, habrá 500 municipios que no tenían cajero automático que a partir de septiembre tendrán, hemos impulsado el estatuto del municipio rural, hemos creado incentivos para que los profesionales sanitarios escojan ir a zonas rurales y Junts y Comuns rechazaron unos presupuestos que incluían bonificaciones para inversiones y actividad en los municipios pequeños.
Así, ¿el Govern ya aplica una discriminación positiva hacia Lleida y otros territorios similares?
Se ha comenzado, lo ha hecho el gobierno republicano y si cambiara el Govern cambiarían los objetivos y volveríamos a la Catalunya de antes en que se dividía al país.
Ante situaciones de sequía como la que hemos vivido, ¿ve necesario interconectar las cuencas internas con la del Ebro?
No, porque no hace falta. Tenemos la planificación y las infraestructuras en marcha a través de la regeneración de agua y la desalinización para que no sea necesario un trasvase ni de la cuenca del Ebro ni de la subcuenca del Segre hacia Barcelona.
Ha habido críticas de payeses que decían que el Govern cuida más al turismo que a ellos.
La payesía ha hecho un gran esfuerzo y hay que apoyarle. Hemos dado ayudas por heladas y por la sequía y estamos en disposición de nuevas inversiones de transformación agrícola con la modernización del Canal d’Urgell. Además, tenemos una ley de cadena alimentaria estatal que ya dijimos que no aseguraba precios justos a los productores, y hay que conseguirlos modificando la ley si hace falta. También hay competencia desleal de productos de fuera de la UE que entran sin los requisitos que se piden a nuestros agricultores y ganaderos. Por eso ERC se ha opuesto a los acuerdos europeos que no incluyen cláusulas espejo y facilitan esta competencia desleal. PSC y Junts los han apoyado.
También ha habido grandes movilizaciones de los agricultores.
Hemos sido el gobierno que ha dado la cara y yo mismo me reuní con ellos. Les decimos la verdad, que no podemos cambiar la situación de un día para el otro pero sabemos cuál es el camino. Le hemos dedicado muchos esfuerzos, creo que ha sido una gestión buena, pero siempre lo podemos hacer mejor y en la próxima legislatura lo haremos.
Hay consenso en que el futuro polígono de Torreblanca es clave para Lleida y Catalunya. ¿Por qué cuesta tanto avanzar en su tramitación?
La planificación urbanística es muy compleja, especialmente de un proyecto como este, estratégico para Lleida y para la economía de Catalunya. Ha sido este Govern el que ha impulsado el planeamiento. Hay unos informes pendientes por parte del Estado de ferrocarriles y carreteras y una vez lleguen se podrá aprobar definitivamente.