FRAGA / BINÉFAR
La presión ganadera ya supera las 30 reses por cada habitante en la Franja
Una cabaña de casi dos millones de cerdos y 300.000 terneros y ovejas para 68.000 vecinos
La cabaña ganadera ha crecido un 24% en la Franja de Ponent en solo cinco años.
La presión ganadera supera con creces las treinta reses de abasto por habitante en las comarcas de la Franja, una cabaña cuya explotacion genera al mismo tiempo una intensa actividad económica y unos elevados volúmenes de residuos cuyo aprovechamiento y eliminación están favoreciendo la implantación de nuevas industrias en la zona.
Según los datos oficiales del Gobierno de Aragón, el número de plazas ganaderas en las comarcas agrarias del Baix Cinca y la Llitera, que incluyen las dos administrativas de esos nombres y la del Cinca Medio, acumulaban un total de 2,26 millones de cabezas de porcino, de bovino y de ovino, lo que arroja una media de 29 cerdos, 3,2 terneros y vacas y 0,6 corderos y ovejas por habitante.
Esa presión triplica de largo a la de 11,07 que se da en Lleida y a la de 9,19 del conjunto de Aragón, y multiplica prácticamente por treinta la de 1,05 de Catalunya.
Y ha registrado un notable incremento, del 24%, en los cinco últimos años para los que hay datos: donde había cuatro animales de abasto hay ahora cuatro, con un aumento de 1,82 a 2,26 millones en las tres especies señaladas.
En ese periodo, de 2017 a 2022, la cabaña de porcino aumentó en 400.000 cabezas, de 1,57 a 1,97 millones, y la de bovino en 59.000, de 158.124 a 217.885, mientras la de ovino menguaba de 96.908 a 69.500.
La primera de ellas genera al año en torno a dos millones de toneladas de purines y más de 80.000 de vísceras y otros restos, un volumen que ha emprezsado a atraer a industriales interesados en procesar esos subproductos de la ganadería.
Una de ellas es la fábrica de heparina que Glicopepton Biotech, un consorcio formado por Costa Food, Càrniques Celrà y Labvoratorios Rovi, proyecta instalar en Fraga con el objetivo de procesar los restos de 25 millones de cerdos (casi la mitad de los 53 que se sacrifican cada año en todo el Estado) para producir siete toneladas de anticoagulante.
El proyecto contempla como alternativa extraer 12,6 toneladas de “heparina cruda a partir de la mucosa intestinal del cerdo” (necesitaría 43.750) y, con los residuos de ese proceso, fabricar 4.795 toneladas anuales de grasas y 8.615 de hidrolizado proteico concentrado para alimentación, animal, biogás y/o fertilizante.
