Una familia de Maldà denuncia que le han cortado el acceso a su granja

Una familia de Maldà ha denunciado que la conselleria de Territorio ha colocado barreras de cemento para cortar el acceso del puente de la antigua carretera L-201 que conduce a su masía y a sus granjas. Esto les obliga a usar un acceso más complicado: “Ahora los camiones tienen muchas dificultades para maniobrar y, según el tamaño, será imposible que lo hagan”, afirma Josep Balcells, de la masía Molí de l’Horta. 

Añade que “vinieron hace unos 15 días sin avisar y cortaron el acceso por el puente, con las molestias que esto supone”. El alcalde de Maldà, Josep Batlle, aseguró que los técnicos le informaron el mismo día del corte y le dijeron que era porque había una grieta, aunque el ganadero señala que “la grieta está ahí desde hace 50 años”. Tanto Batlle como Balcells lamentan que se haya cerrado de forma tan precipitada y el ganadero reclama un informe que detalle que la grieta se ha abierto más “cuando no es así: está igual y no han venido a hacer ninguna comprobación”, critica. 

El primer edil de Maldà ha enviado un correo electrónico a la administración solicitando la apertura del puente o, en caso de que no pueda ser por la grieta, su inmediata reparación por el perjuicio que supone para la masía Molí de l’Horta y su negocio. De momento no ha recibido respuesta. Este diario ha tratado de recabar la versión de la conselleria. 

Balcells destaca que “hace menos de un año que desviaron todo el tráfico de la carretera L-201 por este puente porque estaban reparando el nuevo, durante todo el invierno ha pasado la máquina de la sal, han cortado la hierba y han reparado los hoyos. No se entiende que ahora de forma tan precipitada lo cierren”. Según Balcells, “los pueblos estamos abandonados, solo quieren que nos vayamos y que no quede nadie en el territorio”, denunció. 

Precisamente, la masía Molí de l’Horta también se ha quedado recientemente sin teléfono fijo porque no llega la fibra óptica. “Cuando estaban pasando el cable por la carretera, situada a unos 150 metros de la masía, pedimos que nos lo trajeran hasta aquí y se negaron, de modo que ahora no tenemos teléfono fijo e internet lo conectamos a través del móvil”.