Salàs cierra la entreda de vehículos en el casco antiguo

Salàs de Pallars es un pueblo rural y sin coches. El municipio ha cerrado la entrada de vehículos en el casco antiguo con el objetivo de convertirse en un pueblo peatonal y ser más atractivo para el turismo. Para ello, el consistorio ha elaborado un censo de los vehículos que pagan el permiso de circulación en la localidad y ha habilitado una reserva de plazas en los dos rabales de la vila closa. Mientras, para los turistas se ha negociado la cesión de unos terrenos para habilitar un parking fuera del centro destinado exclusivamente para visitantes. 

El alcalde, Jaume Solé, apuntó que el centro de la localidad siempre estaba colapsado de coches, especialmente los fines de semana, por lo que se inició un proceso para prohibir estacionar a través de un concurso para embellecer balcones, fachadas y calles. “Canviar cotxes per flors”. El concurso se enmarcaba en la prueba piloto para restringir el acceso de vehículos al centro en el que han participado 51 viviendas. “Esta semana ha sido un éxito porque no han transitado los coches por las calles interiores y la propuesta ha tenido mucha repercusión y aceptación por parte de los vecinos, por lo que la medida pasa ya a ser definitiva”, dijo. 

Esta iniciativa ha contado con la colaboración del Institut per al Desenvolupament i la Promoció de l’Alt Pirineu i Arana (IDAPA), que ha facilitado un estudio de movilidad en el municipio de Salàs. Para el consistorio la restricción de vehículos en el casco antiguo responde a la petición vecinal y consigue ganar más seguridad. “Salàs recibe muchos turistas y había días en que era horrible transitar por el centro del pueblo”, dijo. Añadió que existe la voluntad de repetir cada año el concurso para embellecer los balcones y las calles con flores. Ayer se entregaron los premios del concurso.