Proyectan 25 plantas de residuos para tratar 2,6 millones de toneladas al año

Veinticinco proyectos para plantas de tratamiento de residuos están en diferentes etapas de su tramitación en Lleida, y juntos suman más de 2,6 millones de toneladas al año. Están distribuidos en diecinueve municipios, casi todas en las comarcas del llano. La mayoría deberán recibir deyecciones animales y otros desechos orgánicos, pero también los hay para los procedentes de la construcción y los industriales. Entre sus promotores pueden encontrarse desde agrupaciones de ganaderos que buscan dar salida a los residuos de sus propias explotaciones hasta multinacionales. Una veintena de estos proyectos prevén tratar deyecciones animales y otros residuos orgánicos. Once de ellos prevén obtener biogás a partir del metano que emana de este material al descomponerse. El mayor de ellos es el que plantea la multinacional danesa CIP en La Sentiu de Sió, con más de medio millón de toneladas al año y que ha chocado con oposición vecinal y ecologista (ver desglose). Otras 6 de las plantas previstas deberán compostar estos desechos para elaborar fertilizantes, mientras que otros tres prevén combinar estas dos tecnologías. 

Otro grupo lo conforman las instalaciones que deberán tratar residuos de la construcción. Dos proyectos de este tipo están en tramitación ante Urbanismo de la Generalitat en los términos municipales de Lleida y El Pont de Suert. Este último, que plantea un centro para separar diferentes tipos de desechos de obras de todo el Pirineo y llevarlos a plantas de tramiento, es el único en tramitación en las comarcas de montaña. 

El grupo barcelonés TMA inició hace más de un año la tramitación de una nueva autorización ambiental para el proyecto de un vertedero de residuos industriales no peligrosos en Seròs, después de que los tribunales anulasen la concedida al promotor inicial de esta planta. El nuevo propone depositar en él cuatro millones de toneladas de desechos en 15 años, lo que supone más de 260.000 al año. En Puigverd de Lleida, inversores italianos plantean un centro para producir hidrógeno mediante la combustión de residuos industriales, según documentos de la Generalitat.