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Un ganadero de Aran provoca la muerte de buitres después de sacrificar a un toro con un medicamento

Los Mossos d'Esquadra han denunciado al hombre por un delito contra la fauna y maltrato de una especie protegida

Els Mossos d'Esquadra han denunciat l'home per un delicte contra la fauna i maltractament d'una espècie protegidaMossos d'Esquadra

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Los Mossos d'Esquadra han denunciado a un hombre de 41 años como presunto autor de un delito contra la fauna protegida y maltrato animal en Nau Aran. La investigación se inició el 12 de octubre del año pasado cuando un ciudadano que estaba haciendo senderismo llamó al 112 alertando de que se había encontrado unos animales muertos. Ante estos hechos se activó a los Agentes de Miei Ambient del Conselh Generau de Aran ,que se dirigieron en la zona indicada donde localizaron muertos dos buitres leonados (Gyps Fulvus), próximos a los restos de un toro de raza parda, en una zona de pastos del Pla de Beret.

Acto seguido se activó el protocolo establecido cuando se encuentran animales protegidos muertos en extrañas circunstancias y se trasladaron los animales al servicio de ecopatología de fauna salvaje del departamento de medicina y cirugía animal de la Universidad Autónoma de Barcelona. Según han explicado los Mossos d'Esquadra, la analítica efectuada a los buitres determinó que la muerte de estos fue provocada por la ingesta de pentobarbital, un medicamento utilizado para realizar la eutanasia a animales que tienen enfermedades graves con el fin de evitar su sufrimiento. Este diagnóstico fue enviado al Servicio de Miei Ambient del Conselh Generau de Aran que traspasó toda la información a los agentes de la Unidad de Medio Ambiente de los Mossos d'Esquadra de la Región Policial del Alt Pirineu i Aran a fin de que averiguara las circunstancias de la muerte de los dos buitres.

Les gestiones de los investigadores permitieron constatar que el propietario del toro de raza parda, al cual le practicaron la eutanasia, no cumplió con el protocolo de retirada del cadáver del medio natural, incumpliendo la normativa vigente en referencia a la recogida y gestión de cadáveres de las explotaciones ganaderas. Este incumplimiento en la retirada del animal provocó que los buitres comieran la carne del toro muerto y se intoxicaran con el medicamento que le inyectaron para hacerle la eutanasia. Ante estos hechos los Mossos procedieron a denunciar al propietario del animal.

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