Luz verde a un plan para reconstruir el viejo pueblo de Buseu, abandonado hace 70 años

La comisión de Urbanismo del Pirineo dio ayer la aprobación definitiva a un plan que permitirá reconstruir Buseu, un antiguo pueblo del municipio de Baix Pallars que quedó abandonado en la década de 1950. Los promotores de su recuperación son una familia que ha puesto en marcha allí una empresa de ecoturismo, L’Altre Pallars. Reciben desde hace años a visitantes de todo el mundo, atraídos por la posibilidad de ver y fotografiar aves como buitres, quebrantahuesos y águilas doradas.

Una iglesia y siete casas y corrales siguen en pie en Buseu. La familia propietaria se ha limitado hasta ahora a consolidar los edificios para evitar que se derrumben. Solo una casa está rehabilitada y en uso: es la que sirve de alojamiento para los amantes de la ornitología. “Obtener los permisos para restaurarla fue largo y complicado”, explica Jordi Canut, responsable de L’Altre Pallars, que apuntó que, tras cinco años de trámites, el plan urbanístico aprobado ayer facilitará la reconstrucción del resto del pueblo. 

Explicó que el objetivo es conservarlo y permitir que crezca forma paulatina el negocio de ecoturismo. No descarta vender alguna casa a terceros, pero puntualizó que “no es la intención”. De hecho, ni siquiera contaban en convertirse en los dueños de Buseu cuando empezaron a adquirir las 230 hectáreas que rodean el pueblo para instalar allí un muladar para atraer a las aves carroñeras y escondites para avistarlas. Sin embargo, los propietarios de las parcelas solo aceptaron venderlas junto con las construcciones, vacías y deterioradas.

Años después, l’Altre Pallars ha abierto una de las casas como alojamiento para turistas, ha instalado paneles solares para suministrarle electricidad y ha asfaltado 400 metros del camino que conduce al pueblo.