La Diputación de Lleida convertirá los 8,1 km de camino de Torregrossa a Arbeca en carretera
Esta iniciativa se enmarca en un proyecto a largo plazo para convertir más de 200 kilómetros de caminos en carreteras en toda la provincia de Lleida.
La Diputación de Lleida ha anunciado la transformación del actual camino que une Torregrossa y Arbeca en una carretera. Este proyecto, que abarca un tramo de 8,1 kilómetros, forma parte de un plan más amplio para mejorar la red vial provincial. El objetivo es facilitar la movilidad y la seguridad de los usuarios, a la vez que se impulsa el desarrollo económico de la zona. Esta iniciativa se enmarca en un proyecto a largo plazo para convertir más de 200 kilómetros de caminos en carreteras en toda la provincia de Lleida.
La Diputación convertirá más de 200 kilómetros de caminos de Lleida en carreteras y los integrará en su red viaria a lo largo de los próximos 15 años. Así lo prevé el plan zonal de carreteras de la corporación provincial, que ha iniciado esta semana su tramitación ambiental ante la Generalitat. Está previsto que reciba la aprobación en 2025 y que, para entonces, el presupuesto de la Diputación empiece a incluir las primeras partidas para las obras, según explicó ayer Cristina Morón, diputada provincial al frente del área de Servicios Técnicos.
El plan prevé incorporar a la red de la Diputación 26 nuevas carreteras creadas a partir de caminos ya existentes. Entre ellas destaca un nuevo eje viario entre el Segrià y Les Garrigues, con un trazado de 21 kilómetros desde Torres de Segre hasta Castelldans. También prevé incorporar los más de nueve kilómetros del acceso a Gimenells desde la autovía A-22, actualmente propiedad de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).
La Diputación plantea también asumir la titularidad de los accesos a algunas de las estaciones de esquí del Pirineo de Lleida. Es el caso de las de Sant Joan de l’Erm, Port del Comte y Port Ainé. Estas dos últimas han requerido importantes inversiones en los últimos años para mantenerlas abiertas.
Los caminos que la Diputación prevé convertir en carreteras suman actualmente una media de más de 16.000 vehículos diarios. En la mayor parte de las actuaciones previstas, la corporación provincial prevé llevar a cabo obras de refuerzo del firme. Solo en tres se plantea una rehabilitación estructural en profundidad: en el futuro eje entre Torres de Segre y Castelldans, en el acceso a Port Ainé y en 5 kilómetros del camino a Estamariu, en el Alt Urgell.
El coste de las diferentes actuaciones está todavía por determinar, así como el calendario de obras. Los responsables de elaborar el plan zonal debían evaluar también la posibilidad de retirar la calificación de carretera provincial a vías que no reunieran los requisitos mínimos. En este sentido, Morón explicó que ninguna carretera actual dejará de serlo.