La creación del parque geológico y minero vuelve a tomar impulsoCubrirá un área de 400 km² en diez municipios literanos y ribagorzanos

La creación del Parque Geológico y Minero de Llitera y Ribagorça (Geominlir) vuelve a tomar impulso tras el parón del largo ciclo electoral, que ha provocado cambios en varios de los diez ayuntamientos implicados.

Representantes de cinco de ellos, Mario Lax, teniente de alcalde de Tamarit; y los alcaldes de Estopiñán, Aurora Benabarre; Azanuy-Alins, Luis Ángel Zoriguel; Baells, Carlos Callén, y Alcampell, Juán Aurín, mantuvieron el viernes en esta última localidad una reunión de trabajo sobre el proyecto en la que también participaron Josep Maria Mata, Agustí Larrégola y Sebastián Agudo, de Ageominlir, la entidad civil que promueve el proyecto, en el que también participan Albelda, Peralta, Camporrells, Tolva y Viacamp-Litera.“Hay un patrimonio inmenso, de pequeña magnitud en ocasiones pero muy rico y variado”, explica Sebastián Agudo, uno de los impulsores del parque desde que el geólogo Josep María Mata Perelló comenzó a plantearlo a través de Sigmadot (Sociedad Internacional de Geología y Minería Ambiental para el Desarrollo y el Ordenamiento Territorial).El parque incluiría, entre otros enclaves, los aljibes de Albelda y de Azanuy, las graveras del Ésera, las dolinas de Alcampell, las terrazas del Sosa, el Castellot del pleistoceno de Baells, el barranco de Baldellou, los congostos de Aler y del Quexigar, las lagunas de Estaña, la playa fósil de Peralta y las minas de plomo de Alins, de manganeso de Nachá y Purroy, de arcilla de Camporrells y de sal y de aerinita de Estopiñán. El parque geológico y minero, de 400 km² de extensión, se situaría entre los geoparques del Sobrarbe y del Pallars, algo que le impide optar a esa misma categoría al requerir la Unesco una distancia mínima de cien kilómetros con el más cercano. Los promotores trabajan con la idea de que el parque geológico pueda estar formalmente constituido en septiembre.“Se localiza en la Llitera Alta y en la Baja Ribagorça, en la llamada subpirenaica central, y va desde los Yesos de Barbastro hasta más arriba de Benebarre”, señala Agudo, que ha participado tanto en la elaboración de los estatutos, que ya han sido aprobados por los plenos de Alcampell, Azanuy, Benabarre y Peralta, como en el diseño de las 47 rutas que recorren el futuro parque y las tres que discurren por sus inmediaciones.Su longitud va de los tres a los quince kilómetros y se pueden cubrir a pie.El proyecto ha provocado algunas reticencias en sectores productivos como la ganadería y la agricultura por temor a que la declaración de parque pueda conllevar restricciones para esas actividades, una posibilidad que los promotores descartan.