Les cabeceras de tres ríos todavía tienen reservas de nieve en julio, cosa poco habitual
Atardecer de invierno en la ermita de la Pertusa, con el cielo en llamas. Jesus Marin.
Les cabeceras de los ríos Noguera Ribagorçana, el Garona y el Éssera han entrado el mes de julio con reservas de nieve, cosa nada habitual cuando ya han transcurrido tres cuartas partes del año hidrológico.
Según los datos del informe semanal de reservas de nieve de la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro), la cabecera de la Noguera Ribagorçana conservaba el lunes pasado el equivalente a 11,3 hectómetros cúbicos de agua, un volumen netamente superior a lo que se ha dado durante los últimos años. Les previsiones de la CHE apuntan que el grosor de esta nieve se mantendrá durante unas semanas.
Una cosa similar ocurre a la cabecera del Éssera, en la cual quedan 11,4 hectómetros cúbicos en unas fechas en las cuales los últimos cinco años ya se había fundido la totalidad de las reservas. La merma no afectará a más de un tercio de esta cantidad en lo que queda de semana.
En el Garona, que comparte cabecera con los otros dos ríos en el macizo del Aneto y la Maladeta, queda el equivalente a un poco cosa más de dos hm3 de agua en forma de nieve.
El Segre y la Pallaresa. En las cabeceras de ambos ríos, se han fundido durante junio todas las reservas de nieve que se habían ido acumulando durante el invierno y la primavera.
Les aportaciones fluviales. Por otra parte, las aportaciones de los tres grandes ríos leridanos desde el 1 de octubre suman un volumen de 1.683 hectómetros cúbicos, casi la mitad de los cuales (798) concentrados en la Noguera Pallaresa.
