TÀRREGA
Condenan al escolapio que enviaron a Tàrrega y Balaguer tras ser apartado por abusos
Han impuesto 22 meses de cárcel a Josep Blay por tres agresiones sexuales a otras tantas niñas
Cuando le denunciaron era el coordinador de catequesis de la Escola Pia de la capital de la Noguera
La Audiencia de Barcelona ha condenado a 22 meses y medio de prisión al escolapio Josep Blay por tres delitos continuados de abusos sexuales a niñas de 8 años en 2009 en Alella, en el Maresme. Las familias denunciaron el caso en 2016 cuando conocieron que el padre era el coordinador de la catequesis de la Escola Pia de Balaguer, como ya informó SEGRE el 21 de julio de ese año. Antes había sido destinado a Tàrrega.
Los abusos ocurrieron en 2009 en Alella y, a pesar de que, la Escola Pia y el arzobispado de Barcelona se comprometieron a apartarlo de cualquier contacto con niños, lo enviaron a Tàrrega (2010-2015) y Balaguer (2016), según una investigación de TV3 y El Periódico. Su vinculación con Tàrrega ha sido acreditada con una imagen de Nova Tàrrega, del Grup SEGRE. Josep Blay abusó de tres niñas de ocho años que hacían catequesis en Alella. Las niñas los explicaron a sus padres, que hablaron con Blay, que lo admitió y afirmó que no lo volvería a hacer, y también lo advirtieron a los escolapios y al arzobispado, que lo expulsaron de Alella y le suspendieron de ejercer como cura dentro de su área. Las familias acordaron que no lo denunciarían si dejaba de tener contacto con niños, pero, seis años más tarde conocieron que estaba en la Escola Pia de Balaguer, como ya informó este periódico, y llevaron el caso ante la justicia. Además, entre 2010 y 2015 fue destinado a Tàrreg –diócesis de Solsona–, donde ya había estado en la década de los 80. Jordi Vilà Font, provincial de la Escola Pia, afirma en TV3 que “sí es verdad que a Balaguer, cuando va en algún momento determinado, le piden que haga alguna celebración, siempre en contexto de familias, nunca quedándose solo con niños”. Sin embargo, antes de que fuera apartado de cualquier tarea parroquial, continuó haciendo celebraciones. En la capital del Urgell participó en actos como la bendición del Domingo de Ramos de 2011, como documentó Nova Tàrrega.
Tiene 84 años y no ha sido expulsado ni ha dejado de ser sacerdote
El juicio se ha celebrado el año pasado en los juzgados de Mataró. Fue condenado a una multa de 7.000 euros por tres delitos de abusos continuados a menores. La sentencia fue recurrida ante la Audiencia de Barcelona, que la ha elevado a 22 meses y medio de cárcel. El tribunal hace responsables civiles a la Escola Pia de Catalunya, congregación de Blay, y el arzobispado de Barcelona, como responsable de la parroquia de Alella. Le han aplicado la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas y también han tenido en cuenta que tiene 84 años. En este tiempo, Blay, que no ha llegado a ingresar en prisión, no ha dejado de ser sacerdote ni ha sido expulsado. Sigue viviendo en una residencia de la congregación, que esperaba que la sentencia fuera firme para decidir qué sanción le imponen.