LLEIDA
La tormenta del sábado arrasa fruta a punto de recoger en el Segrià: daños de hasta el 100%
La tormenta del sábado arrasó fruta de poblaciones como Aitona, Soses, Torres de Segre, Alcarràs o Lleida y se cebó con variedades que estaban a punto de recoger. En el caso de melocotones, nectarinas y paraguayos, las pérdidas se producen por los golpes del pedrisco, mientras que en las peras el viento es el causante de los destrozos.
La lluvia, mezclada con pedrisco de tamaño similar a huevos de codorniz y el viento que descargó el sábado entre el Baix Segre y el Segrià hasta l’Horta de Lleida ha arrasado melocotones, nectarinas, paraguayos y peras que estaban a punto de recoger.
Los daños son muy variables, pero algunos agricultores que fueron ayer a visitar sus fincas estimaban que había quedado arruinada entre el 60 y el 100% de su cosecha, mientras que en otras explotaciones los cálculos eran algo inferiores.
Aitona, Soses, Torres de Segre, Alcarràs o en concreto l’Horta de Lleida son los municipios más afectados, según explicaron ayer fuentes de Unió de Pagesos, JARC y Asaja, que esperan que el departamento de Acción Climática haga hoy una estimación de hectáreas afectadas.
En el caso de Torres de Segre, por ejemplo, las pérdidas se concentran en las fincas situadas en la margen derecha del río, y en Alcarràs, en las explotaciones situadas en la parte norte de la autovía.
El pedrisco en la fruta de hueso ha dejado imágenes de melocotones y nectarinas colgados de las ramas de los árboles que parecían que habían sido mordidos, donde faltaban trozos. En la pera, la destrucción llegó con el viento, que tiró al suelo partidas, por ejemplo de Limonera y Ercolini, que estaban listas para su recolección esta semana.
“Nos ha pillado en el peor momento”, explicaba ayer un afectado de Alcarràs. Quim Solsona, que junto a su hijo, tiene una explotación en la partida de Butsènit en l’Horta de Lleida, calcula pérdidas de “entre el 80 y el 100%, porque esta fruta estaba a punto de recolectar y cuanto más madura está más le afecta el golpe de piedra”. “Sólo podemos tirar la fruta al suelo porque no nos vale la pena para nada más”, se lamentaba.
Desde Torres de Segre, Josep Maria Companys estaba en el campo en plena tarea de recolección de fruta cuando llegó la tormenta, que calificó de espectacular por la virulencia con la que descargaron las nubes y que, dijo, inundaron casas en el pueblo. Ayer a primera hora ni podían acceder a las fincas porque estaban encharcadas.
Tratamientos a contrarreloj y quejas por el seguro agrario
Los agricultores trabajaban ayer sin descanso para hacer tratamientos en sus fincas contra la Monilia, enfermedad potencialmente muy grave provocada por un hongo, para minimizar posibles problemas causados por la intensa lluvia y la humedad posterior. Todo mientras se repetían las quejas en torno al seguro agrario. Agricultores afectados por la tormenta del sábado indicaban que no habían podido asegurar toda la producción por las penalizaciones y restricciones que, explican, aplica Agroseguro después de haber registrado daños por heladas y pedrisco en sus explotaciones en las últimas campañas. Algunos añadían que no les salía a cuenta ni asegurar. Al mismo tiempo, confían en que los peritos de Agroseguro visiten las fincas cuanto antes.