La provincia de Lleida se recupera de las lluvias y el vendaval que dejaron hasta 112 litres/m2
Anulan el campamento en Llesp mientras que los niños de la Vall de Boí vuelven a la acampada || La tormenta daña la red de agua de boca del Pont de Suert, que pide ayudas al Gobierno, y las piscinas de Os de Balaguer
La Alta Ribagorça se recuperaba ayer de las lluvias torrenciales que el sábado por la tarde azotaron el Pirineo y que dejaron más de 100 litros en algunos puntos. Concretamente, en Boí se superaron los 112,7 litros por metro cuadrado, lo que obligó a desalojar dos campings y dos campamentos infantiles con 130 niños y 50 monitores, que fueron trasladados el sábado por la tarde distintos equipamientos en el El Pont de Suert.
Los niños del campamento ubicado en La Vall de Boí, pudieron volver ayer a su prado, mientras que los que fueron desalojados de otro en Llesp regresaron ayer a sus casas al quedar todas sus pertenencias empapadas y algunas de las tiendas inservibles
El delegado del Govern en el Alt Pirineu i Aran, Josep Castells, visitó ayer algunos de los puntos más afectados de la comarca con el fin de hacer una primera valoración de los daños. El Pont de Suert, ayer consiguió abrir los accesos a Sarroqueta y Llesp y la brigada municipal pudo restablecer el agua de boca de Les Bordes y Malpàs, después de que las captaciones quedaran afectadas por tierra y piedras. Hoy están previstas más actuaciones para sanear los depósitos de agua.
Por otra parte, las lluvias afectaron la muralla de Vilaller, catalogada como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN), mientras que en Barruera los Bombers tuvieron que desalojar el área de Servicio.
Por otra parte, tres dotaciones de los Bomberos también trabajaron el sábado en el rescate de un vehículo que se vio arrastrado por el agua en el Eix Pirinec (N-260), en el punto kilométrico 231. Los ocupantes pudieron salir del vehículo y no requirieron asistencia médica. En La Conca de Dalt, en el Jussà, los Bomberos activaron un servicio para achicar el agua que se había acumulado en una bodega, más de 10 centímetros.
La tormenta con piedra y viento que recorrió parte del Segrià, fue la más intensa de los últimos 32 años registrada en el observatorio de Lleida. En la capital de la demarcación cayeron hasta 20,8 litros por metro cuadrado en 10 minutos y en total se acumularon 30 litros. La Guardia Urbana atendió una treintena de incidencias, mientras que los servicios de jardinería retiraron ayer una veintena de árboles dañados. El temporal ocasionó también daños en cuatro vehículos y en Pardinyes quedó también afectada la valla perimetral del campo de tiro.
En Alcarràs, donde el temporal hundió una nave, ayer se llevaron a cabo trabajos para sanear el tejado de la infraestructura En Os de Balaguer, donde se registraron 50 litros por metro cuadrado, el agua entró en los bajos de la residencia de ancianos de la localidad. La alcaldesa, Estefanía Rufach, apuntó que el mismo día trabajaron en achicar el agua que había entrado en el lugar. Asimismo, el agua sucia dañó también los filtros de las piscinas del pueblo, lo que obligó a cerrarlas “como medida preventiva y hasta que se sanee el agua de las piscinas”, dijo Rufach. También se inundaron bajos de algunas viviendas y la red de desagüe quedó colapsada.