La Seu d'Urgell: de la tragedia de las inundaciones de 1982 a la oportunidad olímpica
Las instalaciones olímpicas del Parc del Segre, inauguradas en el 1990 y bautizadas desde hace unos años con la marca promocional Rafting Parc la Seu, no surgen de la nada sino de una de las desgracias más importantes del siglo pasado para la capital del Alt Urgell
Las inundaciones del 1982, unas riadas históricas que sembraron la destrucción en toda la comarca así como en buena parte del recorrido del Segre por la demarcación, se convirtieron en una oportunidad para el futuro del territorio gracias a la canalización del río, desde Alàs hasta La Seu, y a la construcción de la infraestructura olímpica.
El desastre obligó a realizar una intervención global en el cauce y a ordenar los espacios del río más próximos a la ciudad, una reparcelación de 300 propiedades que permitió el nuevo trazado del río. Estas actuaciones coincidieron con la elección de Barcelona como sede de los XXV Juegos Olímpicos.
Durante el proceso, La Seu fue designada subsede para acoger las pruebas de aguas bravas. Las instalaciones, que se vertebran por un canal que deriva del río Segre, se han convertido en un espacio lúdico, deportivo y turístico para la ciudad. Sirven para practicar piragüismo en aguas tranquilas o bravas, o eslalon, en clave lúdica o competitiva. El balance del parque del año pasado cifra en 30.500 las personas que lo visitaron y realizaron actividades.