CONCA DE DALT
Protesta de ganaderos por ataques de perros en Boumort: “Es una carnicería de ovejas”
Ganaderos se manifiestan en Hortoneda por los ataques de perros en la sierra de Boumort, que han forzado a bajar los dos últimos rebaños
La Generalitat investiga si entre ellos hay un lobo
“No voy a tolerar que mis ovejas mueran delante mío sin hacer nada. Boumort es una carnicería”, asegura Josep Costa, uno de los dos últimos ganaderos cuyos rebaños pastaban en la sierra de Boumort.
El otro es Rafel Noray, de Sossís. Ambos se vieron forzados a bajar el lunes sus rebaños, que suman 400 ovejas, tras haber sufrido desde el 6 de julio varios ataques de tres cánidos: la Generalitat confirma la presencia de dos perros en la zona e investiga si el tercer animal es un lobo, un carnívoro cuya presencia no se ha cofirmado hasta ahora en el Jussà (ver desglose).
Medio centenar de ganaderos del Pirineo se concentraron ayer en Hortoneda, en Conca de Dalt, para denunciar los ataques y exigir medidas que garanticen el futuro de los rebaños. “Aún no sabemos cuántos animales hemos perdido este año, podrían ser una veintena, pero el alo pasado fueron 32”, afirma Costa. Añade que “esta podría ser la última estocada, tras más de cien años de historia familiar pastando en la sierra”.
Por su parte, Noray lamenta que “están condenando las maneras de vivir tradicionales y ancestrales”. La Generalitat confirma al menos 14 animales afectados: tres ovejas muertas y cinco heridas por depredación y otras cinco y una cabra fallecidas que clasifica como “probables” por ser sus restos más antiguos.
Estos ganaderos, que han abandonado los pastos tres meses antes de lo previsto para evitar más muertes en sus rebaños, deberán ahora buscar una nueva montaña o alimentar a sus animales en el corral, con el sobrecoste que ello supone.
Por su parte, la Generalitat les ha ofrecido collares GPS, una valla electrificada para guardar los rebaños por la noche y autorización para capturar a los perros. Costa y Noray ven “inviables” estas medidas, debido a que la Reserva de Boumort suma más de 2.000 hectáreas de bosque, lo que dificulta reunir cada noche el rebaño.
Avistan tres cánidos en la zona y los ganaderos reclaman retirarlos
Los Agents Rurals y la Reserva Nacional de Boumort han constatado la presencia de dos perros y un tercer cánido indeterminado en la zona. Se ha confirmado que uno de los perros ya fue identificado el pasado año como causante de ataques que tuvieron lugar en septiembre.
En cuanto al cánido indeterminado, las cámaras de fototrampeo no permiten descartar que se trate de un lobo. Si llegara a confirmarse, sería la primera vez que se detecta su presencia en el Pallars Jussà. Cabe señalar que, en los últimos años, se han avistado ejemplares en el Solsonès, la Alta Ribagorça, el Pallars Sobirà y el Alt Urgell.
Los ganaderos reclaman que se retiren los depredadores de las montañas y aseguran que, mientras esto no suceda, sus rebaños no podrán volver a a la zona por miedo a nuevos ataques.
Los ganaderos concentrados en Hortoneda lamentan que el pasado año ya hubo quien tuvo que retirar su rebaño de las montañas de Farrera, en el Pallars Sobirà, por ataques de oso. “¿Quién quieres que se dedique a esto? Si no son trabas administrativas son animales muertos”, lamentó Albert Martimpé, que vino desde Peranera, en la Ribagorça, para mostrar su apoyo.