Un oso daña colmenas de apicultores en el Sobirà

Ataques de oso en los últimos días han causado graves daños en colmenas de apicultores en distintas zonas del Pallars Sobirà. El último tuvo lugar a escasos metros del pueblo de Burgo, en La Guingueta d’Àneu, donde el cercado eléctrico que protegía un asentamiento apícola no fue suficiente para ahuyentar a un plantígrado. “He sufrido tres ataques en menos de dos semanas, que suman una veintena de colmenas devoradas”, explicó su propietario, Javier Llambrich, que lamentó que “empieza a ser imposible trabajar así”.

Sus abejas llevan más de 70 años haciendo cada verano la transhumancia entre El Perelló (Tarragona) y el Pallars, pero teme que esta vez sea la última. Asegura que la comunidad apícola está preocupada por esta situación, que amenaza la viabilidad de su profesión. “Nos sentimos abandonados por el Govern, puesto que hay más osos de los que reconocen de manera oficial y las medidas que plantean no son suficientes”, afirma Llambrich, que añade que “en Tavascan otros apicultores del Perelló también han sufrido varios ataques este verano”. 

Cabe señalar que el departamento de Acción Climática cubre los daños materiales de las colmenas, pero no la producción de miel perdida, “lo que hace insostenible el negocio”, aseguró Llambrich. Recordó que “no venimos al Pirineo para alimentar a los osos y la frecuencia y gravedad de los ataques está aumentando”. El caso de Llambrich trasciende pocos días después del de Nacho Castellarnau, un ganadero de Alins cuyo rebaño sufrió ataques de oso esta semana. Detectó que le faltaban animales que tiene pastando en alta montaña, y con ayuda de los Agents Rurals los encontró. En total, un ternero muerto, otro que tuvo que ser sacrificado y un tercero herido.