El aeropuerto de Alguaire: dos grandes cambios de rumbo a lo largo de 20 años
Estacas señalizaban el eje de la pista de aterrizaje al inicio de las obras en 2007. El aeropuerto se inauguró en 2010.
La elección de Alguaire como emplazamiento para el aeropuerto de Lleida en 2004 puso fin a años de rechazo ecologista a construirlo en Alfés. Tras este primer cambio de rumbo de la Generalitat, las obras comenzaron en 2007 y avanzaron a un ritmo rara vez visto: en 2010 se inauguraron y eran mucho más de lo inicialmente previsto.
Protesta de agricultores por los bajos precios de las expropiaciones en 2007. La justicia la razón y las elevó en más de 20 millones.
La pista era mucho más larga y ancha que la constaba en el proyecto original, y lo que debía ser una terminal provisional y una austera torre de control se fusionaron en un emblemático edificio, reconocible al primer vistazo. Obras añadidas sobre la marcha y sentencias que obligaron a pagar más a los agricultores por las fincas expropiadas elevaron el coste de esta infraestructura hasta los cien millones de euros. El objetivo del Govern era adjudicar su explotación en concurso, pero la puja quedó desierta y al poco tiempo quedó claro que las metas establecidas en un primer momento, 400.000 viajeros al anuales y transporte de mercancías en su décimo año en servicio, eran inalcanzables.
Llegó entonces el segundo cambio de rumbo para el aeropuerto leridano. Ahora se orienta a formación de pilotos y mecánicos de aviones y actividades industriales que van desde desballestar aviones hasta probar prototipos de drones. Se combinan con vuelos de pasajeros mientras sigue vivo el sueño de lanzar satélites desde Alguaire en el futuro.
