RIALP
Conectarán Port Ainé y Rialp con una ruta para enduro
Proyecto de la empresa Pallars Bike Trails encargado por el ayuntamiento
Primera fase hasta Roní, sumará 11 kilómetros y 2.000 metros de desnivel
La orografía del Pirineo y el Prepirineo leridano los convierten en un destino increíble para los amantes de las bicicletas de montaña y el descenso. En los últimos años, han proliferado empresas y proyectos que adecuan y señalizan senderos y rutas entre bosques y montañas, al mismo tiempo que ofrecen guiajes y remontes para disfrutarlos con seguridad, atrayendo a turistas amantes de este deporte y diversificando la economía de la zona.
Es el caso de la empresa Pallars Bike Trails, que trabaja en un proyecto para conectar el aparcamiento de la cota 2.100 de la estación de Port Ainé con la localidad de Rialp. Se trata de un encargo del ayuntamiento que una vez culmine sumará 11 kilómetros de recorrido y unos 2.000 metros de desnivel negativo. Sus creadores ya han adecuado el primer tramo de la ruta, que llega hasta el núcleo de Roní, mientras que esperan poder terminar el recorrido hasta Rialp durante el próximo año. Concretamente, el primer tramo de la ruta es de unos 6 kilómetros con 900 metros de desnivel.
Guillem Puell, uno de los responsables de la empresa Pallars Bike Trails, explicó que “en este caso estamos reacondicionando un camino usado antiguamente para conectar los dos pueblos”, y añadió que “los trabajos han durado unos dos meses, ya que implican peraltar algunos puntos y hacer taludes”, entre otras actuaciones. Puell señaló que “tenemos ya encargos de otros ayuntamientos de la zona para hacer proyectos parecidos”.
Para llegar al inicio de la ruta, los ciclistas pueden hacerlo a través de una pista que comienza en Roní o subiendo por la misma carretera que llega a Port Ainé. En este sentido, la empresa ofrece también un servicio de remonte con furgonetas y de acompañamiento, con el fin de que los amantes de este deporte puedan disfrutar de esta ruta y otras en la zona sin preocuparse por perderse. En este caso se trata de un camino de uso compartido, aunque se ha señalizado en distintos puntos para advertir a quienes lo transiten que tienen preferencia de paso primero los animales, luego las personas y por último, los ciclistas.